00

1.3K 71 19
                                    

Hoy era un buen día, según las palabras exactas que Juan pensó al levantarse de su cama, el día de hoy lo definiría como ''un día cualquiera'' no había mucho sol pero tampoco habían demasiadas nubes, solo un día común.

Estos días para el eran sus favoritos por la calma que le transmitían. Tanta calma que por un descuido de el se quedo dormido, o mas bien por la culpa de su compañero de cuarto, que se quedo despierto hasta las 2 de la mañana por estar practicando para su futura obra de teatro, porque si Axozer estudiaba actuación.

En este momento se encontraba vagando por la biblioteca de la universidad, porque por obvias razones el profesor no dudo ni un segundo en echarlo de su clase. Debía admitir que Reborn como persona le caía muy bien pero como profesor era el mismo satanás.

El joven de gafas solo caminaba por los largos pasillos de la biblioteca esperando que algún libro llamara su atención, para ser sincero solo daba vueltas por su sección favorita hechicería.

Creo que es obvio el porque al joven de cabellos castaños le emocionaba tanto ese pasillo en especial. El chico se había recorrido el pasillo completo millones de veces, no existe libro de este pasillo que no allá visto, definitivamente no... bueno era demasiado bueno para ser verdad.

En los estantes de hasta bajo se encontraba un libro que no había visto antes, claramente eso antes no estaba ahí, el confiaba en su memoria de hechicero pero decidió no darle mucha importancia a esto, dicho libro no era nada de otro mundo de hecho tenia una apariencia bastante común, lo que resaltaba era el titulo escrito en latín y con tinta dorada ''mortem videre''.

Su curiosidad hizo que lo tomara y lo llevara consigo, quería leerlo lo antes posible pero por alguna razón no quiso hacerlo en la biblioteca, así que fue en busca de un lugar tranquilo donde leerlo.

Busco por toda la universidad dicho lugar, fue de esquina a esquina, paso por casi todos los pasillos, hasta que encontró el lugar perfecto según el.

Una aula abandonada y terrorífica para leer un libro que habla sobre la muerte, para un hechicero que es de todo menos valiente, perfecto ¿no?.

Abrió la puerta del aula y asomo su cabeza a ella para asegurarse que no allá nadie. Una vez estuvo seguro de esto, entro y se sentó en una esquina en el suelo.

Tomó con sumo cuidado el libro y lo empezó a hojear, se detenía entre algunas paginas que llamaban su atención, el libro contenía hechizos muy complejos con mas de tres renglones de líneas en latín, claramente y aunque le costara aceptarlo por su orgullo de hechicero, el no estaba a ese nivel. Así que siguió buscando algo que probar y que fuera fácil. Solo quería probar si todos esos encantamientos sirven para algo.

Sus ojos cafés captaron un hechizo que se veía fácil de realizar. Solo dos palabras ''invenire abscondita'' encontrar lo oculto.

Rápidamente se pone en posición, con las piernas cruzadas como si estuviera meditando coloco las manos como si estuviera rezando y cerro los ojos, se concentra y repite varias veces las palabras en su mente para después pronunciarlas.

-''invenire abscondita''

Se escucho un trueno, eso le dio miedo, para empezar ¿Qué se supone que hace ese hechizo? ¿Por que no reviso lo que hacia antes de realizarlo? ¿encontrar lo oculto? ¿Qué esta oculto y por que no lo pueden encontrar?.

A pesar de todas sus preguntas espero y espero a que pasara algo mas que ese trueno.

Pero nada, lentamente abrió los ojos y noto que nada cambio, todo seguía igual. A pesar de eso siguió en la misma pose esperando algo hasta que se le empezaron a dormir las piernas.

-Parezco un pendejo- dijo en voz alta el hechicero

-Si sos- contesto una voz algo profunda

Decir que se cago ante estas palabras, es decir poco nuestro querido hechicero soltó el grito mas varonil que pudo.

-Callaté boludo que van a decir que estoy matando a una niña- Dijo aquella voz








ºMe fume un porro para hacer esta historia

El fin justifica el medio ¿no?Where stories live. Discover now