Episodio 06

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Han pasado con exactitud, cinco días desde que su cliente frecuente no ha regresado.

Y aunque se muere de ganas de saber la razón por la que no ha vuelto, tiene que volver a su trabajo.

Se ha recuperado por completo. Y ahora puede seguir ofreciendo su servicio.

Es por eso que está tomándose algunas fotos en el espejo. Pues está usando lencería nueva.

Unas medias blancas que le llegan hasta los muslos, junto a una camisa blanca casi transparente. Hay correas en sus zonas más sensibles y pequeñas cintas rosadas en sus panties.

Está seguro de que causará una erección en su cliente.

Sabe que tiene a alguien que atender cuando tocan la puerta de su habitación. La 125.

Carraspea la garganta para tomar la perilla.

Cuando abre la puerta, sus piernas se hacen gelatina y sus labios tiemblan. Sus ojos se abren desmesuradamente  y traga saliva.

—¿Yeonjun-hyung?

—Te dije que no atendieras a nadie que no fuera yo.

Y Soobin jadea.

Su brazo es sujetado con fuerza. Mira que el hombre cierra la puerta detrás suyo, para entrar finalmente.

Estampa sus labios con los del menor y entonces, Soobin lo entiende todo.

Su cliente está borracho.

—Todos los días. Diez veces. Lo hice con mi esposa todos los días, diez veces.

Y Soobin no lo comprende.

—La besé. La follé. Me hizo mamadas.

El pelinegro se siente ofendido.

—¿Y por qué ha venido aquí si tiene a su esposa? —se atreve a preguntar.

—Porque a pesar de haber echo todo eso. No paro de pensar en ti y en tu increíble culo.—suelta. —Mientras me la follaba, imaginaba que eras tú, y me corría al instante.

Soobin traga saliva, con fuerza.

—Y ahora mírate.—susurra en su oreja, mientras toma su trasero y lo comienza a manosear a su antojo. —¿Quién sino yo iba a follarte con todo esto puesto? Dímelo, maldita puta. —el adolescente comienza a agitarse. Su cara está roja. Y siente su erección propia palpitar.

—Perdón. P-Pero usted no volvía...

—Iba a volver. ¿Acaso quieres más dinero? ¿Eso es lo que quieres? Por eso recibes a cualquiera, ¿verdad?

Soobin está temblando.

—N-No.

—Tendrás más dinero en tu maldita cuenta.

Y chilla emocionado internamente.

—Ahora ponte en cuatro. Te voy a castigar tanto que te voy a dejar sin caminar por semanas, y me suplicarás que te deje de follar, tanto, que llorarás y pedirás ayuda como una prostituta barata.—toma sus cabellos y los jala. Soobin jadea, y entonces de nuevo siente los labios del hombre, besarlo.

—Sí... Sí... —la lengua del hombre hace que hable entrecortado .—Sí, p-por favor. —el menor se arrodilla. Y desabrocha sus pantalones en tiempo récord. —Soy su prostituta barata. Sólo suyo. —se relame los labios y le da la mirada más lasciva que Yeonjun haya visto en su vida.

Y gime como un animal desquiciado. Pues luego de esas obscenas palabras, el menor toma entre sus cálidas manos, su miembro.

A continuación, Soobin le hace una mamada. Lo chupa y lo lame como si su pene estuviera cubierto de algún tipo de dulce acaramelado. Soobin disfruta succionarlo.

❦| Si te elijo a ti... ©yeonbin ¡ཿ྇Where stories live. Discover now