002. nyu dorm.

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-La puta madre, Con- murmuró ella, mientras veía a su mejor amigo pelear con la tarjeta- es una tarjeta, no tiene ciencia.

-Hazlo tú- se giró molesto- a ver si puedes.

Aaliyah le arrebató la tarjeta y después de dos intentos, lograron acceder a los dormitorios de la universidad, callados y lo más sigilosos se dirigieron hacia las habitaciones del 510 a las 520. La chica miró la puerta del dichoso tony montana de pacotilla.

Tenían pequeñas pizarras acrílicas para escribir nombres, que identificaban quien vivía ahí.

Milo J. Manheim

-Sabia que era californiano, ja- se regodeó Conrad, mientras ella lo miraba mal, se armó de valor y tocó la puerta, luego miró a los lados, asegurándose que nadie los veía.

-Seria lindo si se apresura- murmuró ella, cruzándose de brazos.

-Quizás no tiene el bolso y esto era una trampa- respondió Conrad- caímos redonditos, nos podrían matar y nosotros vinimos a la trampa.

-Callate, no es una trampa.

Volvió a tocar la puerta, con más insistencia, entonces, el supuesto Milo Manheim, abrió la puerta, al verla automáticamente sonrió, ya no usaba su disfraz, el chico solo tenía un pantalón de pijama a cuadros y hoodie con el logo de la universidad.

-Mi bolso, ahora.

Conrad se removió incómodo, el desconocido alzó las cejas, en una sonrisa que no sabían cómo describir, el rizado codeó a su amiga.

-Sé vale saludar- murmuró por lo bajo, luego agitó su mano en forma de saludo hacia el chico alto.

-¡Hey!- fingió entusiasmo- mi bolso, ahora. Por favor.

Milo le hizo una seña con la cabeza:-Está aquí, pasa.

-Espero aquí, si es un raro grita- murmuró Conrad en su oído, ella asintió, mientras el se apoyaba del marco de la puerta y miraba a su amiga seguir al chico por la pequeña habitación.

Ella frunció el ceño.

-¿Y tú roomie?- preguntó ella, al ver que solo había una cama individual y el resto era un escritorio, armario y una especie de nevera pequeña.

-No tengo roomie.

Ella alzó las cejas:-¿Por decisión propia?- el asintió- wow, un casanova eh.

-No es por eso- se cruzó de brazos, apoyándose del escritorio, ella se sentó en la cama, el detalló su rostro y soltó una risita- sabía que te conocía de algún lado.

-No me conoces- negó ella rápidamente, desviando la mirada. El volvió a reír.

-Si te conozco, me caiste encima hoy, literalmente- respondió- ¿a dónde ibas tan apresurada?

-No es tu problema.  Lo siento por caerte encima hoy- se disculpó- mira, en serio en serio, tengo prisa y quiero mi bolso, Milo.

-¿Cómo sabes mi nombre?

-Está anotado en la pizarra, necesitaba saber a quien me enfrentaba.

Milo tomó del escritorio, el bolso de cuero sintético rojo, en forma de corazón y se lo extendió, ella sonrió aliviada.

-¿Esta es tu estrategia? llevarte bolsos de chicas desesperadas y luego seducirlas- el la miró como si estuviera loca.

-Eh no, no soy un raro- rodó los ojos- se te cayó, supe que era tuyo porque adentro estaba tu teléfono y te tienes de fondo de pantalla.

lavender haze (milo manheim) Where stories live. Discover now