La Belleza del Caos

17.

La belleza de los nuevos comienzos

Eve parece tener razón. Solo pasan un par de días para que la gente deje de recordar su nombre, al menos eso es lo que él cree. Los pocos reporteros que habían estado por casi una semana frente a las instalaciones de la empresa se han ido y por fin puede volver a respirar en paz.

La comunicación con Harry no ha sido muy extensa, algunas veces Louis lo llama pero él en realidad no dice mucho. Y parece que Harry no lucha contra eso, como si estuviera en la misma posición.

Algunas veces incluso, Harry canta con su guitarra hasta que Louis por fin se duerme. Y quizás no sea nada, pero es mucho para él ahora.

Sabe que habrá un momento en que tendrán que hablar. Y no solo de cualquier tipo de cosas, cosas importantes. Cosas que Louis prefiere no tocar aun porque no sabe si es capaz de no volverlo a arruinar y si puede aferrarse un poco más a la suave voz de Harry sin ninguna otra presión, entonces lo hará.

Todo eso se termina un viernes por la tarde. Entonces el caos explota sin que él realmente se dé cuenta. Llega como un dardo a romper cualquier burbuja que haya podido siquiera formarse a su alrededor.

Louis está supervisando la etapa de maquillaje para una nueva revista de moda, no está muy pendiente de los sucesos del día hasta que Eve entra al salón con emoción palpable.

— Buen día, Lou —Canta alegre—. ¿Cómo va todo?

— Bien, supongo.

A Louis le parece gracioso el contraste de humor que ambos tienen últimamente. Recuerda que su mejor amiga era (por lo general) la amargada de la relación, bastante fastidiada todo el tiempo como para solo dar órdenes, pedir un café expreso extra y un gran abrazo al final de la jornada.

Él, por su parte, era el motivo de su fastidio. Los roles parecen haber cambiado y por un momento se pregunta cómo es que Eve lo toleró todo ese tiempo.

Pero en retrospectiva, sí. Es gracioso. Al menos eso piensa, en realidad es la única forma que tiene de reírse de su propia miseria, cree que eso es mejor que lamentarse todos los días.

Se ha dado cuenta de que su forma de ser ha cambiado con los suficientes soles y lunas que lo han acompañado hasta ahora, sabe que ya no está enojado, que ya paso la etapa de negociación hace un tiempo y que lo más probable es que este en esa sensación extraña entre la depresión y la aceptación.

Pero no sabe si es así como debería funcionar, porque el hecho de que haya buscado a Harry una vez más no le deja muy claro si está haciendo o no un buen trabajo. Tal vez solo estropeó todo su proceso.

— Entonces ¿no has abierto tus redes hoy?

Louis frunce el ceño.

— Estoy trabajando, bee.

—Eso es un no —dice vacilante—, ya veo.

— ¿Por qué estás tan brillante hoy? —Pregunta—. Deberías subir un poco más la línea del contorno, James.

— Alguien estrenó nueva música hoy.

— ¿Ariana Grande? —Louis alza una ceja—. ¿Esa es la razón de tu alegría?

— ¡No! Quiero decir, quizás eso me haría feliz —Sonríe—, pero esto no se trata de ellos.

— ¿Entonces?

— Harry

Eve responde, casi en un susurro.

Louis siente una oleada de emociones golpearlo ante la mención, sin embargo, lucha por no manifestar cualquier reacción, tratando de ser lo más frio y alejado posible de lo que en verdad siente.