Please, stay forever with me.

Capítulo 10.- So close, no matter how far.

Empecé a leer los mensajes que James me había enviado mientras empezaban a llegar de nuevos:

Recibido a las 16:28

Angie, necesito hablar contigo.

Recibido a las 16:31

Haz el favor de no ignorarme y contesta de una vez.

Recibido a las 16: 35

Sabes que tengo poca paciencia.

Recibido a las 16:37

Muy bien, tu lo has querido.

Recibido ahora (16:52)

Estoy en la puerta de tu casa.

Recibido ahora (16:52)

SAL.

Mi corazón empezó a bombear sangre a un ritmo irregular, notaba como latía incluso durante un momento pensé que lo iba a echar por la boca, me armé de valor y con mis dedos torpes debido a los nervios logré escribir: '' No pienso abrirte.''

La espera para a una contestación fue nula; prácticamente al instante llegó una respuesta.

Recibido ahora (16:54)

¿Me obligarás a llamar al timbre para que abran tus tíos?

- ¡Joder! - grité para mí misma ya que en ningún momento me acordé de que ellos estaban en casa. No contesté al mensaje por lo que unos minutos después oí el timbre retumbar por toda mi casa.

''Mierda.''

Corriendo fui a bajar por las escaleras pero cuando ya estaba bajando vi la puerta abierta y mi tío hablando con James.

- Mire, ahí esta. - dijo mi tío invitando a James a entrar con el gesto de su mano.

- ¡No le dejes entrar! - chillé desde las escaleras

- ¿Por qué no?

- Por qué no quiero hablar con él.

- Tu tía y yo nos tenemos que ir y volveremos mañana por la tarde, así que él te podrá vigilar al menos durante un rato, ¿Verdad señor Hetfield?

- Sin ningún problema. - dijo con una sonrisa de satisfacción, mirándome maliciosamente.

- Que os jodan. - dije antes de volver corriendo a mi habitación. cerré la puerta y me apoyé tras de ella, sentándome en el suelo para dificultar la entrada de aquél que intentara entrar. Algo que no tardó en ocurrir.

- ¡Angie abre la puerta! - era James desde el otro lado de la pared, notaba cómo empujaba de la puerta para poder entrar.

- ¡No!

- ¡Angie haz el favor de abrir!

- ¡Que te jodan James Alan Hetfield! - grité imponiendo resistencia para que James no pudiera entrar.

Los intentos de James para abrir la puerta cesaron y pude oír como se sentaba detrás de ella.

- Por favor... - susurró.

- Vete. - dije ya más calmada, secándome algunas lágrimas que habían salido de mis ojos durante esa ''pelea''

- No lo haré, y lo sabes.

- Puedo llamar a la policía.

- Hazlo. - rió. - De esa manera seguro que podré hablar contigo.

- Eres un idiota.

- Un idiota enamorado.

- Los idiotas enamorados no se follan a otras personas. - Un dolor punzante atravesó mi pecho al recordar la situación de hacia unas horas.