𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑫𝒆𝒔𝒄𝒂𝒏𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝒃𝒂𝒔𝒒𝒖𝒆𝒕

—Hey, Lee, ¿y qué tal las cosas con ese chico de hace un rato? —preguntó Jay. Ahora mismo, tomaban un descanso del baloncesto antes de tener que entrar a clases de nuevo.   

—Es la primera vez que hablas con él esta semana. ¿Acaso ya se cansó de tu mal carácter? —se burló Sunghoon, recostado en la pared con las manos en los bolsillos.   

—Cállense, solo me pidió tiempo. —murmuró haciendo girar el balón en uno de sus dedos.   

—¿De verdad te gusta tanto? —preguntó Ni-ki, con una pequeña paleta en una de sus mejillas. El pelinegro asintió. —Nunca te vi ir tan en serio con alguien. Es decir, ¿a cuántas personas te ligaste el año pasado? ¿Y el año anterior? Hombre, la última vez que duraste tanto en una relación fue- —Sunghoon le hizo un gesto de silencio. Empezaba a hablar de más.   

Heeseung soltó un suspiro. —Sí. Fue con Kim. —le miró, como agradeciéndole por haber traído tan gratos recuerdos a su cabeza.   

—¿Aún te afecta? Ya deja el tema, el chico tenía talento para modelar. —Jay lo despeinó, sentado en las gradas detrás de él.   

El más pálido gruñó. Sentía rabia al recordar el asunto. Rabia consigo mismo, pues su suerte en el amor era tal, que justo cuando creía haber encontrado al chico perfecto, cometió el error de llevarlo a una sesión para modelar juntos. Aún le resultaba increíble que tuviera tanto talento y carisma, que fue contactado desde Estados Unidos para trabajar en una revista de moda. Y apenas dudó antes de irse y dejarlo. Era la oportunidad de su vida, después de todo.   

—Eso ya no importa. Además, Jake es diferente. Es... especial. —murmuró viendo el balón con un leve sonrojo, que aun así no pasó desapercibido por lo pálida que era su tez.   

—Lo sé. —Sunghoon palmeó su hombro.    

Heeseung era diferente ahora. Estaba cambiando para mejor.