Capítulo 6: Asesinos

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No, no, no.

El olor era abominable, la imagen que percibían mis ojos era aún peor.

Aquel cuerpo sin vida yacía a tan sólo un metro de mí, no obstante, estaba a mitad de la nada en un bosque donde cualquier persona podría encontrarme y deshacerse del único testigo de este crimen sin dejar rastros... En conclusión: toda la situación era terrorífica.

Grité descontroladamente, apenas pude posarme sobre las puntillas de mis pies para raspar las paredes de tierra del agujero. Actuaba como una mujer desesperada por vivir y no era como si se me pudiera culpar por ello, ya que la lógica me había abandonado.

Me las arreglé como pude para trepar devuelta a la superficie, respiré hondo al permanecer tumbada sobre la tierra. Tenía que buscar ayuda.

No puedo quedarme callada después de haber presenciado esa escena, me correspondía reportarla.

Saco el celular oculto en mi cadera para marcar el número de la policía a pesar del temblor de mis manos. Cabe destacar que, con cada segundo que transcurría y los tonos de llamada que hacían eco en mis oídos, el corazón se me aceleraba un poco más.

- Comisaría de Illinois – Contestan al otro lado y suspiro de alivio – ¿En qué puedo ayudarlo?

- Necesito reportar un asesinato – Mi voz suena alterada mientras me reincorporo – Acabo de encontrar un cadáver en la zona boscosa del pueblo, cerca del cementerio – Le digo a la operadora con mucha velocidad, me sorprende que logre entenderme.

Reparo mi apariencia de reojo y veo que mis dedos están manchados de un líquido viscoso, de una tonalidad roja oscura, al igual que mi ropa, mi cara, cabello... Todo está cubierto de los restos de la sangre de esa pobre chica.

No obstante, escucho pisadas.

Por lo tanto, miro hacia todos lados como una auténtica paranoica al mismo tiempo que la respiración se me agita.

- ¿Señorita? – Preguntan en el teléfono.

- ¡Ayúdenme, por favor! – Le grito a la mujer en medio de un mareo.

Una figura masculina a lo lejos aparece, puedo captar su movimiento a través de mi visión periférica.

- ¿Hunter? – Pregunto aterrada. Soy capaz de divisar únicamente una silueta, la cual permanece muy quieta como si estuviese evaluándome.

- Señorita... – El teléfono se me resbala de las manos.

<<Yuni>> Susurran desde la oscuridad. Podría jurar que mi corazón está a punto de sufrir de un paro cardíaco mientras observo a la figura tenebrosa que emerge desde la sombras, él me está mirando con cautela, como un depredador que acecha a su víctima, hasta que se detiene bajo la luna permitiéndome presenciar su apariencia física.

- Yuni – Hunter Wish habla con esa voz fría y severa. Sus ojos lucen resplandecientes a pesar de la oscuridad – Corre – Advierte él.

Dejo escapar un grito agudo de mi boca, el miedo me está invadiendo, por lo tanto, me pongo de pie torpemente para echar a correr lejos de aquel hoyo. Trato de mantener un ritmo constante pero mis piernas flaquean.

<<Necesito salir de aquí>> Me repito una y otra vez a medida que esquivo los árboles. Sin embargo, mi cuerpo deja de responder a las órdenes que lanza mi cerebro y, aunque no lo quiera, me desplomo sobre la tierra a pocos metros del agujero.

***

El ruido de las sirenas de la ambulancia al combinarse con el sonido de las patrullas policiales formaba una sinfonía de melodías tétricas e insoportables. Apenas pude limitarme a escuchar la algarabía, ya que mis ojos no se abrían por más que se los ordenaba.

¿Por Qué Siempre Él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora