Parte sin título 70

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En la oficina del Gobernador, su padre dejó caer sobre el escritorio una carpeta de cartón como las que se usan en los archivadores. Contenía unas pocas hojas dentro, en la portada se leía "inmigración" junto a unas fechas.

—Aquí está el informe que tanto me pediste, aunque te reitero que no estoy para nada de acuerdo con esto.

Domhnall se abalanzó y empezó a esparcir las hojas por toda la superficie del escritorio de su padre. Michael lo observaba, consciente de lo que su hijo sentía.

—Entre las fechas que me diste —comenzó intentado ayudarle a pesar de sus recelos—. Dos mil mujeres con el nombre Kira han salido y entrado del país. Trescientas de ellas con destino directo a Londres, pedí la información de las demás en caso de que fuera un vuelo con escalas. Doscientas fueron a Francia y ciento cincuenta a Italia. Hay alrededor de cincuenta que fueron a Irlanda que deberíamos considerar y unas veinte a Escocia.

—¿Y cuál de ellas es Kira? —interrumpió Domhnall, absorto en la marea de nombres y fechas, buscando una señal del destino que tanto le esquivaba.

—Como te he dicho, hay dos mil que salieron en esa fecha —murmuró Michael incapaz de llevarle la contraria a su propio hijo.

—Estoy hablando de mi Kira —remarcó.

Su padre se sorprendió de las palabras que había utilizado como si fuera la primera vez en mucho tiempo que le escuchaba decir algo como eso. Reunió toda la paciencia y calma que pudo para explicarle a su hijo.

—Cuando me pediste este informe, no me diste ningún apellido concreto que buscar. Así que tuve que ordenar que se investigara cualquier entrada o salida de mujeres que tuvieran como primer o segundo nombre Kira. Si tuvieras un apellido que darme sería todo mucho más fácil —explicó.

—No sé su apellido —mintió Domhnall, ninguna de esas mujeres tenía el apellido McDiarmid y eso lo había desconcertado, pero se negaba a dar una información tan importante a su padre.

Michael exhaló agotado.

—O sea que has estado saliendo con esta chica, pero no sabes su apellido. —Él negó con la cabeza en señal de desaprobación—. Además, ya no es tu Kira —murmuró—, deberías haber pasado página.

Su hijo le lanzó una mirada que le traspasó e hizo que Michael se arrepintiera de inmediato de lo que había dicho.

—¿Cómo puedo pasar página? —pregunto y por primera vez decidió ser franco—. He roto todas las promesas que le hice. —Ambos se miraron a los ojos, aquellos que eran fríos al ver a cualquier otra persona, pero que se entendían cuando se cruzaban—. Por favor, no me quites esto —le rogó.

Michael bajó la cabeza, no resistía ver a su hijo así. Cuando volvió a levantarla, evitó sostener la mirada en un intento de poder decir lo que creía que era necesario por su bienestar.

—Verte así, me rompe el corazón. Entiendo muy bien por lo que estás pasando porque yo mismo lo sufrí, pero no vale la pena quedarse aferrado a un amor que nunca... Es que acaso esa mujer que te abandonó ¿es realmente el amor de tu vida, Domhnall? ¿Vale cada esfuerzo y cada lágrima? Por favor, piensa que hay una mujer maravillosa que te ama de forma incondicional y que no está a tu lado para espiarte y venderte a la oposición —soltó, dejando caer algo que había estado guardándose.

Su hijo bajo la vista hasta el escritorio repleto de papeles.

—Mi Kira no es así, mi Kira... no es así —repitió Domhnall con voz apagada.


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⏰ Última actualización: Nov 03, 2022 ⏰

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