our love ੈ ♡‧₊ jinsoul + kim lip

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mini maratón 1/2

-¿A dónde vas?.

Jungeun paró en seco cuándo escuchó la voz de su padre hacerle tal pregunta, cerró sus ojos frustrada sin que la viera, girando sobre sus talones ocultó sus labios incómoda bajo la mirada acusatoria de su padre.

-Yo iba... voy con las chicas, al café, de nuevo.-mintió pero no lo hizo, bueno.

Si iba con sus amigas pero no al café dónde Jinsoul trabaja, hoy la estadía había cambiado e irían a ver el esperado show al que la peliazul tanto les había invitado y ella había insistido a sus amigas en ir. Pero, si le decía a su padre que iría a un lugar que no estaba clasificado como la escuela de música clásica número uno del mundo, no, no la dejaría ir.

El hombre arrugó su nariz y en su rostro se formó un gesto de fastidio.

-¿Otra vez a ese lugar? ¿qué tanto vas a ese café ahora?.-pregunta, usando la laptop en medio de la sala, mirando a la rubia quien agacha su mirada para evitar mirarlo directamente a los ojos o toda la fuerza de voluntad que había reunido se iría por un barranco.

-Sólo me gusta ir... es un lugar lindo y agradable.-sonrió ligeramente, aún con su cabeza gacha recordándose de los últimos días en los que ha ido, casi sin falta para admirar a Jinsoul mientras trabaja y comete payasadas con sus compañeros de trabajo, pero sobretodo, la manera en que la ha estado consintiendo sorprendiendo a Jungeun con pasteles y bebidas obsequiadas por la misma peliazul, lo que a la rubia lograba agitar su corazón.

-ajá, y entonces vas de nuevo para allá ¿y con el permiso de quién, Jungeun?.-alejó su vista y atención de la laptop para mirar a la menor directamente, con molestía, la más baja se encogió en su lugar cuando escuchó el tono de voz usado.-todos éstos días sales y sin pedir permiso, ¿con qué derecho jovencita?.

-Pero mamá... ella me ha dejado ir.-empezó con un tono de voz medio alta para acabar casi susurrando, haciendo un mohín con sus labios sin querer.-además, ya estoy grande papá, puedo... yo puedo salir con mis amigas, tengo ese derecho.-juega con sus manos pero no se arrepiente de haberlo dicho, seguramente Jinsoul estaría feliz de oírla.

-Jungeun.-la llamó con un tono de advertencia, más la rubia sólo negó con su cabeza y sostuvo la manija de la puerta dispuesta a irse.

-Yo la dejé ir, ¿hay un problema con eso?.-la señora Kim aparece trayendo el café de su esposo en una bandeja junto a un pequeño plato con galletas caseras de avena.-Se está divirtiendo, déjala hacerlo y aprovechar su edad, no queremos que envejezca y sin haber hecho nada.-dijo, tomando asiento al lado del hombre que con sus cejas fruncidas simplemente no menciona nada, tomando su taza con café y dirigiendo su mirada a la rubia.

-Te quiero temprano aquí, Jungeun.-demanda, la menor sonríe cuando finalmente tiene el permiso, básicamente corrió fuera de su casa hacia la de Heejin más que ansiosa, estaba muriéndose por ver a Jinsoul actuar pronto, tanto que no se demoró nada en llegar a casa de su amiga quién la esperaba ya fuera y en cuanto la ve sonríe y termina por saltar ansiosamente.

-¡Si vendrás! que emoción, Jinsol quería tanto que fueras, estará muy feliz de verte.-aplaudió muchas veces, sin saber que esas palabras ocasionaban una sensación increíble dentro de la rubia, quien ahora se encuentra sonriendo por saber que la mayor esperaba por verla.

-¿Tú crees que...? hm, ¿enserio querrá tanto que vaya?.-preguntó jugando con sus deditos tímidamente por la pregunta, Heejin asiente al instante.

-En la mañana antes de salir casi me rogaba porque hiciera la posible para llevarte, dice que deseaba que pudieras ir con todo su corazón.-suspiró ante las palabras de su prima, mirando lo sonrojada que ahora se encontraba Jungeun y eso, la hizo sonreír divertida.-¡Oye! ¡conozco esa expresión a donde vaya!.-la señala, asustando a la mayor.