37.- Superar

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—Ya dije que estoy bien, no son más que golpes — bufó Jimin sentado en la camilla del hospital con un paño con hielo sobre su mejilla izquierda, fue el lado que más sufrió.

—Deja que te revisen los médicos Jimin — trató de convencer Jin — Así aprovechamos con el chequeó de rutina. Tu padre llega mañana a primera hora y tengo que entregarle un hijo en perfecto estado.

Jimin rodó los ojos, lo único que quería en ese momento era irse con su novio y hacer como si nada hubiera pasado, sin embargo el cantante quien estaba a su lado también insistía con la revisión. Al parecer no era suficiente afirmar que no le habían hecho nada más, tenían que asegurarlo por un profesional.

Luego del chequeo que duró una hora Jimin ya estaba firmando su salida del hospital. Eran las 9 de la noche, ese día fue el más largo e irreal de toda su vida. Terminó con varias curitas por el rostro y desinflamatorios para la hinchazón en su mejilla izquierda además de una bolsa de hielo.

—¿Cómo te fue en la audición? — preguntó tratando de sonar normal, estaba tomado de la mano de Jungkook saliendo de las instalaciones.

—No puedo ser como tú amor, lo lamento — respondió en cambio, su rostro aún demostraba temor — No tengo cabeza para nada ahora, así que no lo sé.

Jimin hizo un puchero pero entonces se dio cuenta de algo abriendo los ojos en grande.

—¿Me llamaste amor? — preguntó con una gran sonrisa.

—¿Qué?

—¡Me llamaste amor! — comenzó a saltar dando vueltitas al rededor del mayor — hasta ahora solo me llamabas "cariño" "bebé" y sinónimos de "bonito" — hizo una suave risita deteniéndose por el dolor en sus mejillas, aunque no le tomó tanta importancia — Dilo de nuevo — se acercó a su novio.

Jungkook se sintió presionado y más aún al ver las heridas en todo el rostro de su precioso novio, sabía que las obtuvo negándose a pedir auxilio, queriendo protegerlo a él ¿Cuánto lo amaba Jimin como para ser golpeado a ese extremo por él?

—Mi amor... — dijo suave pero no en un susurro, en un tono para ellos dos. Le tomó del rostro con sumo cuidado — amor mío, amor... eres mi amor — repitió muy serio — ¿eso querías escuchar? te lo diré hasta el cansancio.

Jimin podía ser el chico más feliz del mundo en ese momento y solo no se besaron ahí, en la mismísima puerta del hospital pues Jin salió para darles encuentro.

—Le dije a Nam que no te metiera en más cosas de la policía pero... dice que es necesario que declares y tú también Jungkook — los miró a ambos.

Jimin se desanimó, ya no quería saber nada del tema... sin embargo se recordó de algo, y no quería preguntar, solo Jimin sabía cuanto se había prohibido hacer esa pregunta pues no le parecía justo que aún después de todo se preocupara por Taemin. Pero preguntó.

—¿Cómo esta Taemin? — preguntó muy serio mirando a Jin.

—La puñalada no fue profunda, le dieron unos cuantos puntos y ahora esta en una habitación aquí mismo — señaló al hospital —aceptó toda la culpa, desde tu secuestro hasta la extorción por lo de la identificación falsa. Nam dijo que como ya confesó todo lo más probable es que lo condenen más rápido que al otro.

Jimin asintió, era lo justo y quizá si desde un principio hubiera ido con la policía nada de esto habría pasado, pero ya no podía arrepentirse, era tarde, tanto para él como para Taemin.

—Por hoy todos tuvimos suficiente, es hora de ir a descansar — continuó el mayor.

—Quiero estar un rato con Jungkook por favor — pidió Jimin — necesitó despejarme.

Cuando El Corazón CantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora