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"04. She does that all the time"



— Stiles, sabes que no puedes llamar cuando estoy trabajando — se quejó la voz del oficial a través del teléfono. 

— Solo quiero saber si has recibido llamadas raras — se apresuró a decir el castaño. 

— ¿Cómo raras? — pregunta el oficial. 

—¿Cómo personas raras, o perros callejeros? — dijo esperando que eso no haya sonado tan mal como en su cabeza. 

— Voy a colgar ya — 

— ¡No! ¡Espera! — trató de frenar. 

Pero era tarde porque ya habían cortado. 

Frenó el Jeep en medio de la carretera, de todas formas casi nadie pasaba por allí, tiró desganado el celular. Había tratado de comunicarse con Emily pero resulta que teléfono de la chica estaba en el auto, y de Scott no había nada, ni rastro, pero por como la cosa aparentaba, su amigo solo sería capaz de gruñir al teléfono. 

Estaba a punto de dejarse caer contra el respaldo de su asiento cuando vió una silueta negra corriendo a lo lejos; al principio pensó que era Scott, y después distinguió que era una mujer. 

Era Emily. 

Se bajó del auto justo cuando la chica llegaba hasta él. 

Emily no pudo decir ni una sola palabra cuando ya la tenía abrazada. Pensó que algo malo le había pasado. 

— Stiles, necesito respirar — pidió la chica con la voz agitada. 

El castaño se soltó avergonzado. 

— ¡¿A dónde fuiste!? Pensé que algo te había pasado — exclamó furioso. 

Aunque detrás de su furia había solo preocupación por ella. 

— Scott salió corriendo así que lo seguí... — empezó a explicar. 

— ¿Cómo podrías correr tan rápido como un hombre lobo? — pregunta confundido. 

Emily rodó los ojos ante la interrupción.

— No lo hice, pero traté de seguir su rastro, obviamente fallé porque lo perdí, y cuando volví a la carretera tu ya te habías ido... Comencé a volver a la carretera principal por aquí cuando sentí que algo me seguía y comencé a correr, y la verdad, que suerte que te encuentro — explicó de forma muy rápida. 

— ¿Sentiste que alguien te seguía? — pregunta el castaño preocupado. 

Por instinto dejó a su amiga detrás suyo, mientras miraba al lado que daba al bosque. 

— Si, pero supongo yo que fue paranoia — respondió. 

Stiles no estaba seguro de si era exactamente eso, pero prefirió ser precavido y subir ambos al auto para emprender al fin, la vuelta a casa. 

(...)

Emily se apresuró a entrar al vestidor de hombres, ya que estaban a punto de jugar el partido y su hermano estaba por presentarse.

Había parecido en la noche y todo parecía andar bien, así que decidió no meterse. 

En el camino a encontrar a sus dos personas favoritas se encontró con Danny y lo saludó, deseándole suerte, porque era Danny y todo el mundo quiere a Danny.

— Tu hermano y Stiles estaban por allá — indicó el portero del equipo señalando una parte del vestidor. 

— Gracias Danny, suerte hoy y no dejes que nos hagan muchos goles — dijo despidiéndose.

Emily | Stiles Stilinski Where stories live. Discover now