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"06. Is Emily with you?"




Emily tocó el timbre nerviosa, siempre sucedía cuando salía de su zona de confort, pero respiró hondo tratando de calmarse.

La mujer pelirroja abrió la puerta, mirando algo confundida a la chica.

— ¿Sí? — preguntó.

— Hola señora Martin, verá, me enteré lo que ha pasado ayer, soy amiga de Lydia y quería ver cómo estaba, o si necesita ayuda... Puedo ayudar, en lo que sea — explicó muy rápidamente.

La mirada de la mujer se suavizó, pasando a una de simpatía mientras la dejaba pasar.

— Es un placer conocerte... — dejó la frase sin terminar al ver que no conocía el nombre de la chica.

— Emily McCall, voy a la escuela junto a Lydia — se presentó.

— Bueno Emily, Lydia acaba de desayunar, puedes pasar a verla pero está algo... Sedada — dijo la mujer con cautela.

La castaña asintió, pidió indicaciones y la señor Martin la guío hasta la habitación de su hija, dejándolas solas.

— Lydia, hola... Sé que no somos cercanas ni nada pero... — empezó.

— ¡Emily! — la rubio fresa exclamó su nombre, cortando su discurso y tirándose a sus brazos.

— Um, hola — saluda nerviosa.

Es decir, Lydia Martin algo sedada y tan cerca hacia que se le dificultará respirar, no estaba acostumbrada a esa invasión a su espacio personal.

— Que bueno que viniste... — dice la rubio fresa algo adormilada.

Emily hizo lo posible para sentarse en una esquina de la cama, con su nueva amiga poniéndose a su lado.

— Quería saber cómo estás, ya sabes, por lo que pasó anoche — respondió.

— Ví un puma, un león de montaña — dijo de inmediato.

No insistió en hablar con la rubio fresa del tema, ella solo había ido para asegurarse de que estaba bien, y que el alfa, quien era el que realmente los había atacado a ella y a Jackson la noche anterior, no le había hecho ningún daño.

Debía ir a la escuela pronto, se había levantado más temprano para poder hacer la visita.

— Oye, tengo que ir a la escuela, pero volveré a la tarde — avisa.

Lydia prácticamente se tiró a sus piernas, boca arriba y haciendo puchero.

— ¿Lo prometes? — pregunta de forma aniñada.

La castaña asintió al ver lo dopada que estaba su amiga.

— Lo prometo — afirmó.

(...)

— Un cordial recordatorio, las reuniones de padres y maestros son hoy. Lo alumnos con promedios inferiores a 7 deben asistir. No diré sus nombres, porque la vergüenza y el autorrechazo deberían ser suficiente castigo — habló Harris para toda la clase.

Ella y Stiles estaban sentados como pareja de laboratorio, había llegado justo a tiempo, pero le sorprendió no ver a Scott.

Harris les dió una mirada al dúo de amigos.

— ¿Alguien ha visto a Scott McCall? — cuestiona.

Emily y Stiles negaron, igual que el resto de la clase. El de lunares por su parte subrayaba todo el libro de texto mientras que la castaña escribía las fórmulas del ejercicio de la clase anterior que no había entendido.

Emily | Stiles Stilinski Where stories live. Discover now