Esposa fugitiva de un CEO tirano [+15]

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Su corazón se ablandó.

Al segundo de soltar la mano, toda la oficina se quedó a oscuras.

Nuonuo se quedó sorprendida. Las luces estaban todas apagadas. Estaba un poco confundida: "¿Hay un apagón?".

Qiu Li dijo: "¿Tienes miedo? Voy a llamar para preguntar qué ha pasado".

Entonces Nuonuo escuchó la voz del asistente al teléfono llorando: "Lo siento, director general, algo ha ido mal en la planta 45. Se ha cortado la electricidad de todo el edificio. El circuito del edificio de oficinas puede tardar varias horas en repararse. "

Nuonuo, "......."

¿Tan mala suerte tuvo?

El tono de Qiu Li era pesado, "¿Cómo haces las cosas? Todos ustedes serán expulsados mañana".

El asistente colgó el teléfono y se giró: "¡Vamos a casa!"

Todos vitorearon en el primer piso.

"¡Genial, no hace falta hacer horas extras!"

"¡Qué acaba de pasar, el director general tomó la iniciativa de apagar los poderes!"

"Jajaja, dijo que la bonificación de fin de año de este año se duplica. Todo el mundo a dormir para celebrar las vacaciones!"

El departamento de finanzas y contabilidad era el más emocionado.

Estaban incluso más contentos que las veces que se suspendía el autoestudio en la escuela por los cortes de luz.

En el piso ochenta y ocho, Nuonuo rompió a llorar y no podía ver sus dedos.

Estaba terriblemente negra.

Qiu Li le preguntó: "¿Tienes miedo a la oscuridad?".

Nuonuo negó con la cabeza. No podía verla, así que sólo pudo decir: "No tengo miedo".

Qiu Li sonrió.

"Ven conmigo"

Cuando Nuonuo dudó, dijo: "Te llevaré a ver las luces nocturnas de los rascacielos bajo tus pies".

Las manos de Nuonuo se envolvieron en las suyas, y Qiu Li la llevó hasta la ventana.

Hacía viento, y Qiu Li temía que ella tuviera frío si se acercaban.

Cuando Nuonuo miró hacia abajo, sus ojos se iluminaron con las luces rotas.

Esa emocionante belleza eclipsó el miedo a las alturas.
Las luces de los innumerables rascacielos eran de colores.

Estaba sola en la oscuridad, y el clima frío se había vuelto suave y hermoso esa noche.

Se dio cuenta por primera vez de que éste era un mundo hermoso. No eran sólo nubes oscuras en todo el cielo.

Qiu Li la observaba, sus ojos parecían estar salpicados de pequeñas estrellas, y sonrió.

"Nuonuo, la energía está cortada y el ascensor no se puede utilizar. Ahora sólo podemos bajar por las escaleras del piso 88, que es demasiado peligroso".

Nuonuo también se quedó atónita.

Tenía ganas de llorar, ¿cómo es posible que se haya oscurecido así?

Qiu Li sugirió: "¿Por qué no duermes un rato en mi salón hasta que alguien arregle la electricidad?".

Nuonuo dijo: "¿Bajamos?"

Qiu Li se rió interiormente. Realmente lo odiaba y le tenía miedo. Tanto miedo que no quería estar a solas con él. Aunque se atreviera, estaba en el piso 88.