34- Alas y espadas.

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Las Águilas sobrevolaban la ciudad, Shion, no le perdía pisada a los guardias, sobre todo, a ese rubio de ojos celestes, que se había llevado a la princesa.

Los lobos iban a arrancarle el cuello cuando lo atraparan.

Observó atenta, como se reunía con una mujer de aspecto débil, con una larga y brillante melena roja. Luego recibía órdenes de la mano derecha de Minato, el usurpador, y finalmente entraba a las caballerizas.

En algún lugar, debajo del imponente Castillo, estaba atrapada Sakura, y Shion, tenía que dar aviso a los lobos, de cualquier cosa extraña que pasará. Sobre todo, tenía que informar si algo cambiaba en la ciudad, cualquier movimiento que Minato, planeara, las Águilas lo sabrían de inmediato y podían alertar a las manadas de cambiaformas que ya se preparaban para salir a luchar, dentro del bosque.

La mañana estaba nublada, pero entre las nubes, diviso a un grupo pequeño de guardias reales, montando una plataforma en la plaza central.

Emitió un chirrido, para que su compañero más cercano pasará el mensaje, entonces, cuando le vio alejarse, después de chirriar en respuesta, bajo en picada hasta posarse sobre el alero de una casa, desde ahí, pudo ver de cerca los preparativos.

Las sogas se alinearon, eran solo tres, preparadas para matar, no tenía dudas de eso. Cómo tampoco dudaba de que serían cuerpos de inocentes, los que se meserían con el viento más tarde ese mismo día.

Furiosa, arremetió contra los hombres, agitando sus alas y picoteando para entorpecer su tarea.

Le lanzaron piedras, y trataron de matarla con sus espadas. Era una jodida suerte que no llevarán arcos y flechas, aún así, la obligaron a volar alto.

El rubio se unió a la tarea, junto con otros dos guardias.
Sentía una fascinación extraña por ese hombre.

Se alejó, volando hasta un árbol frondoso, lo suficiente lejos, para encontrarse con dos miembros de su grupo. Tomaron forma humana para poder trazar los siguientes movimientos.

—Van a colgar a más de los nuestros.— Espetó furiosa la cambiaformas de ave llamada Pakura, que se agachaba sobre una rama sobre ella, Shion la miró y asintió.

— ¿Cómo vamos a liberarlos?— cuestionó Lee— su cabello negro como las plumas del cuervo que era cuando cambiaba.

— Nos exponemos demasiado. Se supone que solo debíamos observar e informar.— Shion miró a sus decepcionados  compañeros.

— Podría ser Sakura.— agregó Pakura. Lee asintió.

— Tienes que volar a casa, y avisarle a los lobos.— decidió Shion. —Les daremos todo el tiempo posible. — afirmó antes de volver a cambiar y remontar vuelo.

Los guardias armados, esperaban la orden para mover a los prisioneros. Tenían a tres cambiaformas, dos tigres y un ciervo. A quienes planeaban ejecutar. Eran desafiantes, y a pesar de llevar mucho en cautiverio. No dejaban de causar problemas y atacar a los guardias. Minato, había decidido que daría un ejemplo a los demás alborotadores con ellos.  

Los ciudadanos comenzaban a reunirse, temerosos, ansiosos...
Se rumoreaba que habían capturado a una poderosa bruja que acechaba las aldeas.

El Rey bajo las escaleras que estaban en su sala privada, y camino con una sonrisa de satisfacción frente a las celdas, los gruñidos y siseos no cesaban.

Tomó una jarra de lata y la sumergió en el barril que estaba fuera de la celda de su sobrina.

Le arrojo agua, pero está corrió como si se estrellara contra un muro. Sakura, le sonreía desafiante.

— Esos muros van a caer algún día.— escupió. Chasqueo sus dedos y un guardia se aproximó para abrir la celda.— Vamos a dar un paseo está tarde. Quiero que veas un espectáculo que se llevará a cabo en la plaza. Toda la ciudad va a reunirse para este evento. Me encargue de mandar misivas a mis Lores para que lleguen a tiempo.— su mirada maliciosa, puso los nervios de Sakura, en alerta, pero mantuvo la compostura, no quería que su tío viera cuan preocupada estaba por lo que él hubiera planeado.
Su poder estaba restaurado, pero se sentía débil físicamente. No le habían dado agua, ni alimentos, nadie había bajado a verla.

La reja se abrió y el guardia le arrojo una capa bordó muy gruesa.

>>Cubrete. A menos que quieras ser parte del show. Por el momento solo deseo que seas una espectadora.— Minato, instó a Sakura, a seguirlo. Ella se puso de pie, decidida a atacarlo, pero su tío se movió un paso a la izquierda y tomó por el cuello al pequeño cambiante de León.

Una vez en el pasillo, Sakura pudo ver a la madre del niño atada y amordazada, otro guardia la sostenía, mientras el que le había lanzado la capa, sostenía a su compañero, el alfa estaba inconsciente, la sangre brotaba de su sien. Respiraba agitado como si hubiera intentado defender a su familia, antes de ser derribado.

>>Vamos a movernos. De prisa.— dijo a los seis guardias que estaban a su lado. No miró a Sakura, pero habló con la seguridad de que tenía su atención.— Vas a comportarte o le romperé el cuello, y colgaré a sus padres.

La irá se arrastraba por el cuerpo de la princesa, como un volcán a punto de estallar. Estaba siendo controlada por su tío. Sabía que ella sería muy sumisa si había vidas inocentes en medio.
El maldito había encontrado algo con que manipularla.
Camino en silencio, seguida por dos guardias.

Le colocaron la capucha y ataron sus manos. La soga era larga, para poder arrastrarla por los túneles.

Sakura, esperaba poder llegar a la superficie, desde allí daría un mensaje a su padre y sus compañeros. Su magia era débil en las profundidades de las mazmorras. Solo sus escudos, por alguna razón que no se explicaba, eran lo suficientemente fuertes.

Muchas personas estaban reunidas en la plaza.

Shion, captó el movimiento, antes que sus colegas.
El Rey se situó en una escalinata, con dos soldados, un niño en pésimas condiciones y una persona encapuchada.

Otro grupo de guardias arrastraba a tres machos cambiaformas y una hembra.

Las personas reunidas en la plaza, abucheaban y lanzaban rocas contra los rehenes.

Se estaban quedando sin tiempo. La manada nunca llegaría para evitar los asesinatos.

Algunos trinos y chirridos se hicieron eco, luego el cielo se cubrió de alas.

Los ciudadanos estaban estupefactos, mientras observaban a todas las aves reunidas sobre sus cabezas.

—"Estoy viva. Sigo luchando."
Murmuró la princesa. Sus palabras fueron transportadas a su padre.

Las aves chirriaron antes de lanzar su ataque.
Los humanos gritaron y Sakura aprovecho la distracción para liberar a pequeño león.




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Me tarde, ya lo sé. Lo siento mucho deberás 🤭😅
Pero estos capítulos son intensos y quería que quedé bien. Ojalá les guste.

Hay maratón así que supongo que estoy perdonada por la demora...

Revenge- Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora