Secreto oculto || Taegi ||

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Sin querer soltó un pequeño gemido al momento que el pelinegro frotó su erección con la suya y Vante no podía controlarlo, tan débil tan sonrojado y con los labios hinchados, el era tan perfecto a sus ojos, ni siquiera se cuestionó lo que le pasaba, porque ahora su cuerpo mandaba.

Vante tiró de la débil camisa de Yoongi y empezó a dejar chupetones como si le pusiera un collar en el cuello pálido.

Cuando se separó del cuello pudo ver cómo esos ojos lo miraban, su rostro golpeado sus labios muy hinchados y rotos. Por un momento Vante tuvo un pequeño deja vu confuso, como si hubiera visto esa expresión del chico antes.

Por otro lado Yoongi no paraba de pensar en Taehyung, había sepultado todo los recuerdos del chico en lo más profundo de su corazón para no volverlos a sacarlos y verse vulnerable sin el una vez más. Era cierto que había bloqueado una parte de sus recuerdos inconscientemente para no sufrir, sin embargo no todos, siempre que veía a Vante y trataba de olvidarlo, el le hacía acordar a Taehyung, y era inevitable no deshacerse en los brazos fuertes de aquel hombre mafioso y despiadado que lo estaba por convertir suyo.

Abrió la camisa de Yoongi de un solo tirón y se acordó de su sueño, tenía un lindo cuerpo y abdomen tan parecido al de su sueño de hace tiempo.

Las manos pálidas por su lado empezaron desabotonar la camisa y Vante termino sacándola por completo. Ahora no sabían en que momento estaban desnudos, pero sus cuerpos tenían anhelos sexuales y sus mentes recuerdos, ambos se sentían exitados y perdidos.

Vante empezó metiendo dos dedos en la entrada del chico, que evitaba la mirada del moreno por pura vergüenza, mientras trataba de evitar los gemidos vergonzosos que quería escaparse de su boca por sentir esos dedos largos que se iban haciendo más frenéticos penetrando su interior, brindándole satisfacción en su punto dulce, para ese entonces ya se encontraba gimiendo.

Ya preparado el más alto se pudo acomodar bien abriendo más las piernas suaves hasta ponerlas en sus fuertes hombros entrando lentamente en el interior hasta que porfin ingreso todo su miembro por completo, gimió ronco, satisfecho de lo bien que apretaba y que por fin tenía a su disposición el cuerpo pálido.

Por el lado del pelinegro, solo cerro los ojos fuertemente y gimió al sentir el miembro completo en su interior, ardía y dolía, sus brazos envueltos en el cuello del pelinegro, ahora sus uñas rasgaban la piel morena de la espalda tratando de desquitar aquel dolor. El contrario empezó a moverse en su interior haciéndole soltar gemidos de dolor que más tarde se volvieron de pura satisfacción.

Lo embistió frenéticamente haciendo oir las paredes chocar en el cuarto. Los brazos envueltos ahora cayeron y Vante aprovecho para tomar la delgada cintura y follarlo más fuerte dando una vez más el punto dulce del chico que tenía las manos hechas puños. Su pene salía y entraba de la entrada ya maltratada del pálido.

Más tarde Vante sintió el hormigueo en su pelvis que le avisaba que estaba a punto de correrse , y así fue, el líquido preseminal fue baseado en el interior del chico que segundos más también se corrió manchando el abdomen canela.

Salió del pelinegro sudado.

Era de noche y sus párpados querían cerrarse, estaba con todas sus fuerzas de voluntad intentando no caer dormido ante el mafioso que lo acaba de follar como si no hubiera noche.

_Estoy cansado, dejemos tu muerte para mañana_ fue lo único que Vante se atrevió a decir.

Aún metido entre las piernas pálidas se agachó pasando su brazo por la delgada espalda, Yoongi tuvo que enroscar sus brazos en el cuello del moreno que lo cargo de inmediato camino a una habitación.

No importaba que estubieran desnudos, a esta hora los empleados se habían marchado a sus casas.

El pálido permanecía callado y con sueño cerrando un poco sus ojos en los hombros ajenos.

Cayó a la realidad cuando su cuerpo se estrelló con una cómoda cama, Vante lo había dejado ahí y salió de la habitación apagando las luces.

Sus pesados párpados empezaron a cerrarse y su mente se desconecto para caer en un profundo sueño.

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