ROMANOFF [HIJA DE UNA ASESINA]

6. "En camino"

Nunca había tenido los brazos tan doloridos. El agente Lewis me entrena a todas horas. Siempre anda detrás de mí gritándome que tengo que mejorar y que voy muy atrasada. Llevo aquí 1 año y todavía no me acostumbro a la dura rutina de los entrenamientos.

Li se acerca corriendo a paso ligero y me pasa el brazo por los hombros.

-Nenita, ¿Qué tal con las patadas?

Li se ha convertido en mi mejor amiga. Aún no me he olvidado de Rose y de Hayley y cada vez que pienso en el ataque al instituto siento culpa y remordimientos. Hace unos meses Coulson me llevo al cementerio para visitarlas. Llevé las rosas blancas favoritas de Rose. Fue demasiado duro y no he vuelto a ir.

-No es por alardear pero soy una especialista en el cuerpo a cuerpo asique... Se me dan genial-digo con un falso tono de superioridad.

-Lo llevas en la sangre.

Es cierto que llevo la sangre de la Viuda negra pero todo lo que he conseguido es por propio esfuerzo.

Nos sonreímos y vamos a los vestuarios. Al llegar veo que sale Clark, el chico que me condujo a mi habitación cuando llegue a S.H.I.E.L.D.

-Buenas-suspira Li.

-Eh, Romanoff. El director Coulson te estaba buscando antes. Te quiere ver esta tarde en su despacho.

Estoy a punto de replicarle que me deje de llamar así cuando Li me empuja hacia las zonas de las duchas.

-No te conviene pegarle. Su papi vendría y no me apetece ver esa cara de mamón. Ya tengo bastante con aguantar la de su hijo.

-No le tengo miedo a Stark-bufo. Últimamente solo le tengo miedo a mi futuro. No sé en qué me estoy convirtiendo.

-Lo sé, nenita. Duchémonos que luego tienes una cita.

No puedo evitar soltar una risita ante tal idea.

Estoy ante la puerta del despacho del director. Li me ha acompañado hasta aquí y ahora que estoy sola no me atrevo a dar un paso más ni a llamar.

-Director Coulson, los análisis de la evaluación físico-psicológica de Lillian me preocupan. Esa joven tiene las mismas cualidades que su madre y eso la haría muy peligrosa si no decide quedarse en S.H.I.E.L.D.

Se me corta la respiración. ¿Yo? ¿Peligrosa? Sé que en combate soy de las mejores de mi promoción pero no sé a qué se refiere con la parte de la evaluación psicológica.

Unas pisadas dentro de la habitación me sacan de mi estupor y llamo a la puerta de cristal.

-Adelante.

Abro y paso al interior del luminoso despacho. Coulson está apoyado en su mesa y sentadas en las sillas de enfrente están la agente Simmons-del laboratorio- y la agente de piel oliva que me sacó de los escombros del instituto hace un año. Desde entonces no la había vuelto a ver hasta ahora.

-Lillian estas son las agentes Simmons y Skye-Coulson me gusta porque no me mira con ojos llenos de compasión como los otros agentes.

-Conozco a Jemma pero no a la agente Skye-afirmo. Intento no sonar a la defensiva pero siento que quiero arrancarle la cabeza a Skye porque me dijo que ayudarían a Rose. Ella ahora está muerta.

-Bueno eso es porque ha estado en una misión durante todo este año-el director se toma un segundo para mirarme fijamente-.Skye ha estado buscando a la agente Romanoff por toda Asia porque perdimos su rastro en una misión.

-Ah. Y...

-Natasha ya está aquí, Lillian.