ROMANOFF [HIJA DE UNA ASESINA]

9. "Me voy"

-¿Te vas?-Una sensación extraña me sube por la espalda.

Steve se ha levantado rápidamente. Tiene cara de preocupación. Natasha se acerca a él y le da la mano. Veo que la aprieta fuerte porque está comenzando a ponerse amarilla.

-Un amigo necesita ayuda.

-Thor está a punto de llegar, Natasha-susurra Steve al oído de mi madre.

-¿Thor?¿Ese es el dios, no?-grito-¿Qué pasa aquí?

Li levanta una ceja hacia su padre en modo de pregunta. Steve le lanza una mirada severa pero ella no cambia de postura.

-Lily, hablemos en otro sitio-dice Natasha.

Asiento y me agarra del brazo para dirigirme a mi habitación. Cuando llegamos cierra la puerta con rapidez. Se coloca delante de mí y respira profundamente.

-¿Recuerdas la iniciativa vengadores? Hace 18 años-me pregunta.

-Si. Coulson me contó todo sobre Nueva York y los extraterrestres.

-Yo formaba parte de Los Vengadores junto con Banner, Steve, Thor, Stark y Barton-Asiento- Después de eso nos separamos. Yo mantuve el contacto con Steve porque trabajamos para S.H.I.E.L.D pero no volví a saber de los demás hasta esta mañana.

-¿Te dijo algo Steve sobre ellos?-Estoy comenzando a ponerme nerviosa. No entiendo porque me cuenta esto.

-Si. Barton, Hawkeye, está metido en lios-Se muerde el labio inferior mientras se toca el colgante-. Tengo que ir a ayudarle. Se lo debo.

-¿Pero tan jodido está como para tener que llamar a un dios?

-Podría perderle-Se da cuenta de algo y se aclara la voz-. Podría morir.

Tengo la tentación de abrazarla para calmarla pero luego recuerdo mi instituto y la idea se desvanece.

Natasha camina hacia la puerta y se gira para decirme algo. Noto que parpadea mucho para evitar llorar.

-Tengo que reunir a los Vengadores. Es una misión difícil pero tengo la cuenta en rojo y quiero saldarla. Solo quiero decirte que lo siento mucho. Siento haberte dejado cuando eras una niña pero no quería que murieras. S.H.I.E.L.D es un buen sitio. Quédate, por favor.

Dicho esto se va. No acabo de asimilar lo que me ha contado cuando se encienden los motores de un avión cerca de aquí. Me asomo a la ventana y veo que es el quinjet personal del Capitán América. Natasha debe de haber subido y ahora se va a ir para siempre. Sé que me ha querido decir con eso de que era una misión difícil. «No cree que va a sobrevivir» pienso.

Tengo frío y abro el armario para coger una chaqueta pero lo que me encuentro es otra cosa. Colgado en el fondo hay un traje de aspecto elástico color negro. Tiene puesto un cinturón con espacio para armas. Lo reconozco de inmediato. Coulson me enseño fotos de Natasha Romanoff en plena acción y llevaba ese mismo traje.

Lo acaricio suavemente. Pese a todo ella sigue siendo mi madre y ahora se va a ir para siempre y me deja su bien más preciado. «Ni siquiera la he tocado, no la he abrazado» reflexiono. «Tengo que detenerla» «No puedo volver a separarme de ella»

Cojo el traje y me lo meto doblado entre las axilas. Pesa un monto y me dificulta el correr pero tengo que llegar a ella antes de que se vaya. Oigo el avión asique todavía no ha despegado. Puedo alcanzarla y hacerla bajar de él.

Llego al vestíbulo del edificio. Esperaba que estuviera casi vacío, como siempre, pero hay 7 hombres vestidos de negro. Me escondo detrás de una columna y escucho. Entiendo lo suficiente como para saber que son rusos. Y que vienen a por mí. Los cristales tiemblan un poco y sé que el quinjet se acaba de ir. Segundos después empieza el tiroteo.