23

54 14 2
                                    

              __Kim Tae Hyung__ 

El cigarro entre mis dedos fue tirado al suelo, dejando presionar mi zapato sobre este y dejar caer mi cabeza sobre mis brazos apoyados al balcón.

Había añorado su llegada desde hace años y ahora que la tenía frente a mí, era imposible al ver como había rehecho su vida junto a otro hombre, tenía a una hermosa niña dejando en claro que nuestros caminos habían sido separados.

Pero entonces...¿Por qué correspondió mi beso?

¿Por qué me observó de esa manera?

— ¿Por qué me ilusionas de esta manera? — murmuro alzando mi vista y sentir una mano posarse sobre mis hombros — ¿Dae?

— ¿No deberías de estar aprovechando que tu amada ha vuelto? — sonreí con amargura negando.

—Debería de decirte lo mismo, ¿acaso no armaste ayer un escándalo por su causa? — su rostro me analizo con seriedad dejando mi mano sobre su cabeza — Deberías de acercarte a ella, no creo que le agrade ver como la has rechazado.

— Se alejó de nosotros, no hay motivo por el que tenga que darle una oportunidad.

— Eras solo un niño Dae, no comprenderías su situación y el motivo de su huida.

— ¿Entonces por qué le dijiste aquello?

— Celos.

Ninguno mencionó nada más, dejando que el silencio reinara entre ambos, siendo más interesante el paisaje frente a nosotros que continuar con aquella conversación.

Una pequeña risa nos hizo observar hacia la carretera, analizando el menudo cuerpo de la infante que mantenía un gran parecido con Soo y no era para menos, era su hija y ante ese simple recuerdo, mis puños se apretaron entre sí desviando la vista para dejar ir un bufido.

— Si lo dices por la niña — insinuó mi hermano de repente — Creo que estás siendo un idiota, si de verdad la quisieras, estarías luchando por ella en estos momentos y no escondiéndote como un cobarde por una simple suposición en tu cabeza.

— Dae, está casada y ya formó una familia — murmuro — No sería capaz de destruirla y menos con un niño de por medio.

— ¡Ese es tu maldito problema! ¿Acaso te ha dicho que está casada? ¿Viste algún anillo? ¿Estás seguro de que es su hija? Solo te cierras en una burbuja de la cual no hayas manera de salir — sus ojos se posaron en mí, y por un segundo los vi brillar — Amar con miedo, Noona escribía siempre esa frase y ahora comienzo a entenderla. Si no actúas rápido, te arrepentirás el resto de tu vida.

Su cuerpo se giró, dejándome solo en aquel pequeño espacio, dejando caer mi vista por última vez a la carretera y tener sobre mí la mirada de la pequeña Haneul, quien con una sonrisa se despedía de mí desde la distancia y más atrás, se hallaba aquella chica de pétalos marchitos o bueno, su sonrisa dirigida a la menor me dejaba ver los colores siendo devueltos a su vida.

Aquella flor que estaba perdiendo su vida con gritos que intentaban ser conservación o un llamamiento de ayuda, lágrimas desordenadas que adornaban su rostro y sonrisas pintadas en aquellos labios que habían conocido el maltrato, ahora dejaba ver el color en su interior, como una pequeña semilla que crecía con parsimonia en su vida, y sólo una pieza faltaba para completar aquel arcoíris dentro de ella.

Pero no estaba consciente de que esa pieza solo podía ser yo..

— Eres un simple ramo que ha sido retirado de mis manos para posarlas en otras.

Y con aquel erróneo pensamiento, mi cuerpo desapareció por completo de aquel balcón que contaba una historia.

                          ☾☾☾

— ¡Doctor Kim! — todos los doctores a mi alrededor alzaron su vista, copiando aquella acción y separar mi vista de aquellos expedientes para ponerla en una joven chica que corría hacia mi dirección — Quería agradecerle por ayudar a mi hermano.

— ¿Quién es tu hermano? — murmuro prestando mi total atención en ella.

— El pequeño al que siempre le estás dedicando horas de tu trabajo para leerle — una sonrisa se instaló en mis belfos, asintiendo a sus palabras y retomar mis labores — Quería agradecerle y de paso, ¿le gustaría tomar algo conmigo?

Mi cuerpo se detuvo, notando la mirada divertida de algunos y una de fastidio por parte de EunBi.

— Se lo agradezco...

— Hana, Jeon Hana doctor.

— Bien, agradezco su invitación Hana, pero en estos momentos no puedo — y dispuesto a irme soy detenido nuevamente por su voz.

—Entonces será otro día doctor — sus labios se posaron con descaro sobre mi mejilla, viéndola correr lejos y negar teniendo a los segundos los cuerpos de mis amigos.

— A veces odio que seas tan guapo — murmuró EunBi entre bufidos pasando mi brazo sobre sus hombros y reír ante su cara — Lo peor es que atrae a chiquillas creídas y obstinadas.

— Aún no comprendo por qué no estás enamorada de él — soltó como si nada Jin, dejando ir un sonoro ruido al absorber su café y reír ante el enojo en nuestra amiga.

— No me compares con esas niñas Kim — murmuró dejando alzar su dedo y echarme hacia atrás siendo espectador de su pelea.

— Olvidaba que eras peor que ellas — y dejándome atrás a una furiosa pelirroja, se alejó dejando una seña en mi dirección como despedida.

— Son tal para cual — murmuro ganándome una mirada llena de reproche por su parte y sonreírle — No sé a qué esperan para salir.

Y me arrepentí de mis palabras al tocar un tema delicado.

— Sabes que está casado Kim, al ser el primogénito debe de mantener su linaje y este es al lado de su esposa, yo no estoy a su nivel y su familia me lo ha dejado en claro varias veces — confesó introduciendo sus manos en los bolsillos de su bata y analizarme con seriedad — Pero al menos tú tienes una oportunidad y un pajarito me contó que no la estás aprovechando.

Y ese pajarito tenía nombre, Daehyun.

— Estás siendo un imbécil en todas las letras Taehyug y más te vale tomar cartas en el asunto antes de que sea demasiado tarde, ya la perdiste una vez y si sigues así, serán dos y esta vez será para siempre — su mano deja ir un golpe en mi cabeza, asfixiando un grito que amenazaba con salir de mis labios — Adiós Kim, y recuerda lo que te dije, a mí me prohibieron mostrar mis sentimientos por la persona que amaba, y tú tienes miedo de mostrar los tuyos por temor a salir lastimado.







— Pensé que irías hoy para tu casa — asentí a sus palabaras mientras cerraba la puerta de entrada — ¿Entonces?

— Sólo quise estar en casa junto a ustedes, allá está muy solitario y sin tu molesta voz peleando a cada minuto — su mano golpea mi brazo, abrazándola contra mi pecho y reír junto a ella.

— ¿No será que tu regreso tiene nombre y es Mi Soo? — reí ante sus palabras, recibiendo una más confusa — Te tengo una sorpresa entonces.

Pero antes de poder preguntar, la puerta de entrada se abrió, mostrando a dos figuras acercarse a nuestro lado.

Mi luna había llegado y esta vez robaría parte de su brillo.

▪No te enamores de la Luna...Enamórate de mí ▪KTH✔Where stories live. Discover now