O2.

591 36 2
                                    

Sus gemidos inundaron por completo la habitación. Era la persona más ruidosa del planeta, presumía el hombre, cuyo cuerpo se encontraba debajo siendo montado por aquel travieso chiquillo rubio. El robusto tomó de las caderas al jovencito para controlar mejor sus embestidas, dando en su punto dulce haciendo que sus ojos se desorbitaran.

El sudor en su frente hacia que sus preciosos cabellos dorados se pegasen a la frente del chico. Un par de embestidas más y llenó aquel condón de su escencia espesa y caliente. Salió de su interior mientras arrojaba el preservativo usado en algún lugar de la habitación. Sacó un cigarro y lo prendió mientras el delgado chico comenzaba a vestirse.

- Tu culo está más cerrado y rico que el viejo coño de mi esposa.- Soltó ronco mientras carcajeaba. El chico se agarró una pequeña coleta y tomó su ropa interior para ser jalado nuevamente por el mayor.

- ¡Suélteme!- Gritó ganándose un golpe en la ceja derecha por parte de su agresor.

- ¡Cállate, pendejo! Te llenaré el culo las veces que me plazca, zorra de mierda.- Lo empujó hacia la cama arrancando parte de su playera para deleitarse una vez más con esa lechosa piel. Ese cuerpecito que debía permanecer inmaculado y virgen a su corta edad, había sido profanado Dios sabe cuantas veces.

El hombre lo forzó en cuatro mientras penetraba sin preparación anticipada el agujero del menor. Esta vez sin protección alguna de por medio. Aunque acabaran de terminar su sesión de sexo, seguía doliendo como la mierda. Ardía, quemaba sus entrañas y lloraba a mares mientras veía como el rosario colgado de uno de los ejes de la cabecera se mecía junto con sus violadas caderas.

🍃

Había pasado más de una hora desde que el chico rubio había salido por su cuenta de la casa que compartía con otros más de su edad. Su cabello largo y alborotado cubría parte de su pequeña frente y enmarcaba sus preciosas mejillas regordetas. A pesar de ser un chico bastante delgado, sus facciones eran rechonchas y adorables, conservando su bello encanto adolescente. Llevaba puestos sus viejos audífonos mientras escuchaba algunas de sus canciones favoritas. Era fanático de caminar un rato por cuenta propia mientras llevaba la músia con el volumen a tope.

Si no fuera por su amarga existencia, cualquiera que lo viera  pensaría que se trata de un niño normal entrando en su etapa adolescente. Paró en seco frente a su pastelería favorita. Adoraba que su amigo Jin lo consintiera de vez en cuando con postres de ese lugar. Contó en su mente cuántos billetes cargaba consigo en ese momento para deleitarse con algo de ahí mismo.

- Buenos días.- Dijo con una sonrisa en el rostro mientras se abría paso al lugar.

- Buen día, ¿qué puedo hacer por ti?- Contestó una preciosa mujer de cabello largo y oscuro, quien atendía amablemente a todos los clientes. Se trataba de alguien madura, quizás entrando a los 40 años, piel tersa para su edad. Algunas veces llevaba atado el cabello en coletas, otras, suelto. Su vestimenta siempre era de alguien formal y, para los ojos del pueblo, respetable. Sus labios pintados de un suave rosado.

Cualquiera diría que es la mujer más bella de todo el mundo. Hombre suertudo quien se case con ella, pensaba Jimin, quien no le quitaba su mirada de encima.

- Quisiera llevar un éclair, también un postre de fresas, por favor.- Soltó en voz baja, casi inaudible. La mujer no dejaba de sonreír mientras surtía la orden del jovencito.

- Siempre te veo en la tienda pero nunca he preguntado tu nombre.

- Jimin. Mi nombre es Jimin.- Contestó después de haber pensado aquello unos segundos.

- Mucho gusto, Jimin. ¿Te envuelvo esto? ¿Es para tu novia?- Preguntó curiosa, nuevamente, mientras el rubio negaba con la cabeza.

- En realidad son para mí.- Contestó haciendo uno de sus mechones de cabello atrás de su oreja.- Desde que me mudé al pueblo, esta es mi pastelería favorita.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 06, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝖀𝖓𝖍𝖔𝖑𝖞 - 𝕶𝖔𝖔𝖐𝖒𝖎𝖓 국민 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora