Capítulo 4

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Otro día levantándose con la canción del pollito pío y con eso ya sabemos que es la mañana del jueves, la prueba semanal.

Luego de la terrible prueba semanal anterior y más sobre la compra que nos salió mal a Coti y a mí.

Espero que sea algo sencillo y rápido, nada que sea tan complejo en el aspecto físico.

Luego de juntarnos todos, como todas las veces que Gran hermano nos llamaba para las pruebas semanales, nos explicó que íbamos a tener que pedalear en duplas por 24 hs para alcanzar la distancia entre Buenos Aires y Uruguay.

Al principio me quería matar, no iba a poder participar por cosas personales. Me van a matar y lo sabía.

-Lo lamento mucho chicos, pero no voy a poder participar en esta prueba- me tocó levantar la voz para que todos me presten atención.

Como era de esperarse, recibí varias miradas de enojo y una que otra puteada.

-Yo voy a pedalear lo que le toque al primo- escuche la voz de Marcos atrás mío, dándome la vuelta para darle una sonrisa a la cual él respondió de la misma forma.

La mayoría al principio se negó, pero Marcos se mantuvo en su palabra.

Al principio todo iba bien, yo ayudaba con cualquier cosa, lo que pedían lo tenían y me ocupe de acomodar a cada uno para que puedan dormí y descansar.

Me tocó ir a despertar a Marcos para sí sigue turno, el pobre tenía que cumplir un doble turno o durar más tiempo.

Llegando a la habitación, veo que si se había quedado dormido me tocó acercarme y moverlo un poco para ver su despertaba, pero nada funcionando. Con preocupación me acerco a notar si respiraba y la buena noticia era que si seguía respirando, la mala era que me abrazo dormido haciendo que caiga sobre él, pero se mantuvo dormido. Quedando atrapado sobre sus brazos y sin oportunidad de salir, con desesperación empezó a mover para que el salteño se despierte o suelte su agarre, pero no se podía.

-Marcos, despertar pelotudo- tuve que apretar su nariz para que reaccione de manera involuntaria logrando que despierte.

Con fuerza me tira de la cama con una cara de miedo de su parte y con mucho pánico.

Todo era sobre todo incómodo hasta que se escucha a Gran hermano

-Agustín necesito que vengas al confesionario-

Genial lo que me faltaba, Marco me iba a ayudar a levantarme, pero no lo dejé con apuro, me acomodo para salir de la misma forma.

-Es tu turno de ir a pedalear- fue el único que salió de mi parte, notando como él iba a responderme pero no se lo permití.

Con cautela fui hacia el confesionario, sentándome como siempre en el sillón rojo.

-Agustín te llamé acá para hablar sobre el tema de vos y Marcos, acá nadie te va a juzgar, pero te queríamos pedir tanto a vos como a él que eviten ciertos contactos- al escuchar a Gran hermano me quedo sorprendido. 

-¿Contactos?- fue lo único que pude decir.

-Si el beso de recién fue mucho y espero que recapacites que estamos en un programa para toda la familia- de todo lo que acaba de decir Gh lo único que me importo fue el hecho de que dijo beso.

-¿Qué beso?- mi cara de espanto no pasó desapercibida.

Gran hermano me mostró los acontecimientos de recién y cuando me acerqué a Marcos para revisar si estaba bien, las cámaras había tomado de un ángulo que parecía que había besado a Marcos. Yo intenté explicarle a Gran hermano, pero solo me dijo que no tenía que revelar tanta intimidad y que todo estaba bien mientras que no se vuelva a repetir y que sea yo quien le notifique a Marcos lo mismo que me había dicho a mí.

Pero no soy Gay (Margus)Where stories live. Discover now