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A Donghyuck le parecía algo incómodo que Mark, a quien apenas conocía desde hacía una hora, lo estuviera acompañado en la privacidad del baño, pero el Beta no lo miraba con segundas intenciones, cada tanto sonreía y al Omega le parecía bonito.

Y además, el olor a madera, tan familiar para él, lo consolaba, su lobo no lloraba como un desconsolado en su pecho, a pesar de que seguía triste por la muerte de su alfa.

Y en algún lugar extraño, sentía familiar la presencia de Mark a su lado, como si no fuera la primera vez.

Al recordar a Jaehyun varias lágrimas se le escaparon.

El Beta colocó una mano en su nuca y dejó caricias, sin tocar la marca por apenas unos pocos centímetros, ya que la marca podría empezar a doler por el lazo roto, a pesar de que Donghyuck no había dado señales de ello aún, no quería arriesgarse, así que se quedó a su lado, dejándolo llorar.

Donghyuck comenzó a frotarse los ojos, y soltó un quejido cuando lo sintió arder, lloró más fuerte.

—¿Qué pasa, pequeño?

-T-Tengo shampoo en el ojo... — murmuró, mientras dejaba a su ojo llorar, esperando que las lágrimas lograrán quitar el estúpido producto.

- Deja que te ayude- murmuró Mark, tomó la taza que el Omega había usado para volcar agua en su cuerpo y la llenó de agua fría del lavamanos, antes de volver a inclinarse hacia él, tomando su mentón para tirar su cabeza hacia atrás y vertir algo de agua en su rostro―. Abre tus ojos, Donghyuck.

El Omega obedeció a la suave orden del Beta, y le tomó un par de parpadeos para que el agua entrara en su ojo y lo limpiara, quitándole la sensación de ardor de estos.

En cuanto terminó la taza de agua, Mark se apartó, y vió a Donghyuck parpadear un par de veces, aún con algo de incomodidad, pero ya sin dolor.

—¿Ya está bien? — preguntó, a lo que Donghyuck asintió, Mark sonrió mínimamente, que haciendo que sus dientes se asomarán y pequeñas arrugas aparecieran en sus ojitos gatunos, dejó una pequeña caricia en la mejilla de Donghyuck, aprovechando a sentir lo suave y esponjosa de esta-. Genial, pequeño.

Donghyuck se ruborizó sin poder evitarlo.

-¿Puedes dejar de decirme "pequeño"?

-Oh, lo siento, no te lo tomes personal, Donghyuck, le digo así a todo el mundo, aunque sean más grandes que yo― y río, su risa era bonita.

A Donghyuck le costaba mantener una conversación con él, se ponía nervioso y no sabía por qué, pero por el contrario su sola presencia también lo hacía sentirse consolado.

- ¿Ya has terminado? - preguntó Mark, aunque a Donghyuck le pareció inecesario porque el moreno lo había visto dejar el jabón a un lado al terminar, aún así asintió ¿Te ayudo a salir? - Mark se levantó y ofreció su mano, Donghyuck la miró, pero rápidamente miró hacia su parte inferior desnuda y negó—. Donghyuck, no te avergüences, a mí no me molesta.

-No mires.

- Bien, cerraré los ojos- Mark apretó sus párpados juntos, sintió la mano de Donghyuck tomar la suya, la tomó sin dudarlo y de forma firme y segura, sintió ternura al notar que era pequeña.

Escuchó a Donghyuck salir de la tina, mientras tensaba su brazo para que se levantara, hasta que se soltó, escuchándolo salir a su lado, sintiendo su calor corporal, el Omega tomó la toalla por si mismo, y se cubrió.

- ¿Ya?

- Sí— murmuró el rubio.

Mark se volteó hacia él y no dudó cuando frotó sus brazos, secando los con la toalla, haciendo lo mismo con sus hombros y espalda.

— ¿Q-Qué haces? — murmuró el Omega.

- Debes secarte un poco-dijo Mark con normalidad.- Ahora, te acompaño hasta tu cuarto, ¿Bien?

- Puedo caminar sólo— replicó el Omega.

- Hace un rato casi te desmayas- dijo Mark, su tono no era de reprocha pero lo hizo sentir culpable-. Vamos, guíame, estaré aquí unos días, no me hace mal un tour.

Donghyuck no respondió, se envolvió en el toallon, y caminó fuera del baño, acompañado de Mark de cerca, apenas fueron cinco metros hasta el dormitorio, y sintió el dolor de nuevo.

El olor de su alfa, la cama que compartía con su alfa, aún destendida, la ropa de él, todo de él.

Sus piernas temblaron, Mark se apresuró a sostenerlo.

-Shh, está bien, Donghyuck, estoy aquí— murmuró―. Ve a la cama, pequeño, anda, te ayudo- avanzó despacio a su lado hasta la susodicha, sosteniendolo por los lados, sorbiendo su nariz, se acomodó en la cama en posición fetal, cubriéndose aún con la toalla, Mark acomodó las sábanas a su alrededor, sintiendo al lobo del Omega llorar, mantuvo su distancia, ya que podría atacarlo si se sentía amenazado.

Mark hizo un nido por él, y el llanto calmó un poco en cuanto estuvo rodeado de la calidez de las sábanas y el aroma de su Alfa.

Donghyuck estaba conmovido y quiso llorar por aquél gesto, su lobo se sentía igual.

"Un nido, hizo un nido para mí" no pudo evitar ruborizarse de sólo pensar eso, algo en su pecho aleteo con alegría y sollozó un poco por la misma causa.

El pelioscuro estaba por marcharse y dejarlo tranquilo, pero se sorprendió cuando Donghyuck lo llamó.

- M-Mark— murmuró, y el enfermero se acercó hasta la cama de nuevo. -Puede... ¿Quedarse conmigo?

-Claro que sí, Donghyuck - Mark tanteó el borde la cama, posando parte de su trasero en esta, pero quedando muy apartado—.

-No, no... - -el Omega negó―. Sólo quédese... Digo, ya sabe... Adentro del nido.

Our last daysWhere stories live. Discover now