La Última Puerta KookTae

Capítulo Cuatro

Nadie dijo que seria fácil, nadie le dijo que iba a encontrar a Tae entre las tantas puertas infinitas del universo sin memoria, vacío.

Era como volver a conquistarlo pero esta vez tenía que traer sus recuerdos también, y no le molestaba, eso jamás pero quien le prometía no sufrir en el transcurso, era como revivir a un Tae... muerto.

-Entonces... ¿Tu eres mi esposo?.- Tenia los brazos cruzados con ceño levemente fruncido, los tres se encontraban sentados en el pequeño comedor de la cabaña. El castaño asintió sonriendo sutilmente, algo que no paso desapercibido por Tae quien pensó que el mayor tenia linda sonrisa.- Y... ¿Tenemos un hijo?.- Volvió a interrogar.

-Si, se llama Hoseok.- Contesto gentil.

-Eres un Dios, ¿Cierto?.- El azabache asintió.- Pruébalo.- Retó. Jungkook lo miro desafiante y sin que Tae se lo esperara cambio la cabaña por algo más lujoso, el chico casi se atraganta con su saliva y Jimin rio burlesco.- Vaya, tu poder es remodelar casas.- Dijo inocente, Jimin exploto de risa ante tal ocurrencia y Jungkook rio sarcástico.

-Soy el Dios del todo, muevo cosas, escucho los pensamientos. Entre muchas cosas más.- El azabache trago pesado al escuchar lo ultimo, no quería que un extraño escuchara lo que piensa y más si ese extraño es el protagonista de sus pensamientos. Jungkook pareció darse cuenta.- Solo si así lo quiero.- Completó.- Contigo nunca pude.

Taehyung noto la tristeza en su voz y sabe que el hombre frente suyo sufre, no es bonito que un día tu esposo desaparezca y cuando lo encuentras este no recuerda ni quien es. Así que también sintió tristeza por él y el niño, el niño...

-¿Como es él?.- Pregunto curioso, Jimin palideció ante la pregunta porque sabia a quien se refería.- Hoseok, ¿Cómo es él?.- Jungkook sonrió por inercia y jugó con la alianza en su dedo anular.

-Es el niño más sonriente y brillante que he conocido, es muy tierno y maduro para su edad, por ahora mostro habilidad por el fuego y cuando recién aprendía a controlarlo quemó tu jardín.- Expresó con una sonrisa melancólica.- Ese día te enojaste tanto que Jimin tuvo que drogarte.- Taehyung miro al rubio con los ojos aguados porque al momento de mirarlo tuvo un pequeño recuerdo de él.- Pero en realidad te enojaste conmigo porque Hoseok aun era muy pequeño y lo deje practicar y a consecuencia de eso, quemo tu jardín y a él también.- Miró a Tae a los ojos y este lloraba en silencio, Jungkook llevo su mano al rostro contrario y seco con su pulgar las lagrimas que descendían sin control.- No llores bonito.- Pidió triste.

Jimin ya se había perdido de ese comedor remodelado. Jungkook podía jurar que si moría justo ahora se iría en paz porque volver a tocar el rostro de su amado era la sensación más perfecta y divina jamás sentida, su piel era tan suave y delicada tal como la recordaba y eso pareció despertar un mar de sensaciones en el menor que al mirarlo a los ojos escucho la voz del castaño llamarlo "Cariño" .

Llevo su mano a la mano contraria posada sobre su mejilla y la tomó con fuerza, se dejo acariciar porque su memoria no estaba, pero su cuerpo, oh su cuerpo, este recordaba cada tacto del mayor, y Taehyung lo sabia, lo sabia porque esa caricia no le incomodaba, como si siempre estuviese acostumbrado a ella.

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Yoongi despertó sudando y muy agitado, se paro de la cama y salió de la habitación sin rumbo, las sirvientas que estaban por el pasillo se alertaron y una de ellas salió a buscar a sus majestades.

-Príncipe Yoongi.- Llamó la joven sirvienta e intento tomar su brazo al ver que este caminaba mareado.

-No.- Se zafó abruptamente.- Tengo que advertibles, déjame.- En ese momento su Padre y hermano mayor llegaron a él.

-Yoongi hijo, ¿Cómo te sientes?.- El padre de este paso mirada con Namjoon y estaba claro que los dos estaban muy preocupados por la salud el menor.- Por favor, ve a buscar medico imperial.- Pidió a la sirvienta desesperado.

Con ayudan de Namjoon llevaron a Yoongi de vuelta a su habitación y lo recostaron en la cama.

-¿Yoongi?.- Llamó su hermano.

-Jungkook.- Susurro.- Ellos están en peligro.- Dijo agitado y con los ojos cerrados.- Deben volver.- De repente abrió los ojos como si recordará algo.- Jin.- Llamó.- Y en lo que su Padre y hermano trataban de tranquilizarlo Jin entro por la puerta intranquilo.

-¿Jin? ¿Que-

-Están en la Tierra, con los humanos.- Dijo interrumpiendo al moreno.- Tae se envió a allí, Jin lo sabia pero cuando papá bloqueo mi poder me lleve ese recuerdo y quede inconsciente, hablando de eso ¿Cuánto tiempo dormí?.- Pregunto impaciente.

-Trece mil años.- Contesto su padre.

-No, no, no. Es mucho.- Susurro.- En la visión de Jin todo era confuso, solo se que Jungkook destruirá todo el universo segado por la ira. Otra vez.- Llevo dos dedos a su cien.- Te devolveré ese recuerdo.- Habló refiriéndose a Jin.- Ahora, ¿Dime que significa esa visión?.- Inquirió cuando regreso el recuerdo que jamás le perteneció.

-No es Jungkook, es el Dios de la muerte.- Contesto angustiando.- Y según el tiempo él ya esta con ellos en la Tierra, están en peligro.- Afirmó asustado. En ese momento tocaron la puerta y con un pase entro un hombre con bata y un maletín en su mano derecha.

-Que bueno que llega.- Dijo el Rey Gong aliviando.- Despertó aturdido y un poco confundido, revise que no haya efectos permanentes en su salud física y mental.- Pidió amable.- Jin cuida de él y del pequeño Hoseok, Namjoon iremos a buscar a Jungkook.- Ordenó. Padre e hijo salieron de la habitación rumbo a las puertas del universo.

-¿Listo?.- Pregunto una vez allí y con la llave maestra en las manos.

-Si.- Contesto firme el moreno.

Y así atravesaron la puerta Celeste, la puerta Terrenal.

Si bien Yoongi vio a Jungkook destruir el universo, no era él. Pero al meterse en la visión de Jin y Tae el poder ambos lo engañó utilizando los últimos recuerdos del intruso, que a fue Jungkook destruyendo (casi) el universo. Y si solo Yoongi no se llevaba ese recuerdo la espera hubiese sido corta, muy corta.

Yoongi es un personaje muy sufrido en esta historia.

"Podía cambiar el curso del tiempo pero no podia"
Recuerden estas palabras, serán clave en capítulos finales.

Nos leemos luego All.