Cuando Te Conocí

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Las calles de Japón.

Un pequeño país con superpoblación, que derriba los muros del avance tecnológico y la belleza física de cualquier lugar a donde vayas.

No era de extrañarse entonces que después de tanto tiempo, hubiesen ocurrido algunos desconcertantes acontecimientos aveces llamados 'sobrenaturales'.

Algunos decían que fueron estudios científicos que salieron mal. Otros creían en la idea metafísica que atraía a ciertos "espectros" o "demonios" que poseían los cuerpos de las personas.

Pero ahí estaban. Y aunque no era algo común, y se intentara mantener como <mito> o <leyenda>, la gente les temía. Por eso había una estricta regla:

"Todo aquel ser que posea habilidades sobrenaturales, será conciliado al aislamiento obligatorio; a excepción de quienes posean el permiso de poderes sobrenaturales asignado por el gobierno."

Desde ese entonces, los dotados comenzaron a esconderse.

Todo parecía estar en paz.

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Fue en un pueblo a costas del mar, donde sucedió un hecho inesperado.

Un grupo de niños de entre 7 y 10 años, se encontraban jugando a las escondidas a la salida de la escuela. Uno de ellos fue a esconderse lo más lejos que pudo para no ser encontrado.
Era un niño muy hiperactivo y llamaba demasiado la atención por su belleza exótica; sus grandes ojos eran de color celeste como el cielo y su pelo y pestañas albinas encadilaban cualquier mirada.
Una raresa demasiado hermosa.

   Su nombre era Satoru Gojo, de 10 años. Con una particularidad más grande que la de su belleza. Pero que él aún no lo descubriría.

Muchos agentes del gobierno aseguraban que se trataba de un ser sobrenatural e intentaron hacerle varios estudios. Es por ello que sus padres lo sobreprotegian y cuidaban de él a pesar de lo difícil que era por culpa de su rebosante energía.

Resulta que siempre era el primero en ser encontrado en ese juego por lo llamativo que era. Si habia gente cerca, seguro lo estarian mirando y sería fácil econtrarlo. Asi que se alejó hasta llegar a la playa.

Gojo corría dirigiéndose a los medanos con una gran sonrisa en el rostro, satisfecho de que esta vez iba a ser muy difícil que lo encontraran sus amigos ya que llegó a una zona alejada de las personas.

Siguió corriendo y, al mirar atrás para asegurarse que no lo hayan descubierto, se tropieza con una roca y cae sobre la arena haciendo que se raspara un poco los codos y las rodillas, pero nada grave.

Fastidioso con él mismo, se levantanta a los refunfuneos y se sacude un poco el arena; mira a su alrededor y nota que realmente se había alejado demasiado esta vez y ya no sabía dónde estaba.

      -Mmm. Esta vez creo que sí fuí demasiado lejos.- hablaba en voz alta para no sentirse tan solo. Claro que no estaba preocupado, simplemente iría en la dirección contraria a la que corría y ya estaba. Pero simplemente no le gustaba la soledad ni por un segundo.

Gojo mira a su alrededor para ver donde estaba y algo llama profundamente su atención.

A lo lejos, bajo el lento atardecer, nota una figura sentada en el borde de un muelle viejo sobre las rocas que recibían los golpes colosionantes de las olas. Casi capaces de partirlas en mil pedazos.

El albino entrecierra un poco los ojos y usa su mano de visera para poder ver mejor bajo el fuerte sol, y lo que vio lo sorprendió haciendo que abriera involuntariamente sus ojos de par en par.

Mi Mejor Amigo [GojoxDazai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora