FWB

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Ser amigos con beneficios estaba bien, pero el problema venía cuando los sentimientos hacia esa persona comienzan a cambiar y volverse más intensos de lo normal.

Draco y Harry, se "odiaban" frente a toda la universidad, pero cuando estaban a solas o con amigos cercanos, su relación cambiaba, se volvía más física.

Ambos habían ganado la fama de ser "alegres" con muchas personas y mantener solo relaciones casuales de una noche, para que se entienda mejor, se sentían bien teniendo solo choques y fugas, sin compromisos de por medio.

Sus amigos decían que ya era hora que formalizaran, por el hecho de que parecían una pareja, además de que desde que comenzaron esta relación de amigos con derechos, ninguno se había acostado ni salido con otra persona.

Eran las ocho de la mañana y ambos se encontraban acostados en el departamento de Draco. El rubio fue el primero en levantarse de la cama, ya que tenía una clase a las diez en la universidad.

Cuando terminó de alistarse, volvió al cuarto donde Harry seguía acostado, y mientras buscaba sus llaves le dijo.

- He pedido comida a domicilio, para que puedas desayunar. Los de la recepción la van a subir, así solo vas a tener que abrir la puerta.

- Ujum ... - murmuró en respuesta.

- Dios mío Potter – dijo con un resoplido frustrado y cariñoso a la vez – eres todo un caso.

- Lo sé Malfoy ... ahora ya puedes irte o si no vas a llegar tarde y luego me vas a culpar.

- ¿Me estás echando de mi propio departamento? – preguntó levantando una ceja.

- En efecto, ahora, si me disculpas, voy a seguir durmiendo – sin decir más, se giró en la cama y se tapó completamente con la manta.

- Hey ¿no crees que al menos merezco una recompensa por pedirte comida? – preguntó mientras se acercaba lentamente.

- No – respondió sin moverse.

Al no escuchar respuesta alguna, Harry se giró y destapó lentamente, solo para encontrarse a Draco parado a su costado, mirándolo divertido, para luego acercarse completamente a la cama y comenzar una serie de besos que terminaron haciéndolo llegar con la hora justa a la universidad.

Los minutos pasaron y Harry pensó que algo había pasado con la comida, ya que aún no llegaba, hasta qué ...

Tock tock

Harry, un poco, con flojera, se levantó de la cama y fue a abrir la puerta. Grande fue su sorpresa cuando no encontró al señor con la comida, sino a una joven que traía un aura pacífica y amigable.

- Eh ... ¿Sí? – consultó el joven.

- Hola ... creo que no nos conocemos, mi nombre es Astoria ¿Draco estará en casa?

- Eh ¿Draco? ... pues no, acaba de salir a la universidad ¿Deseas dejarle algún mensaje? – preguntó con desconfianza.

- Oh no, no hay necesidad – respondió ella – solo debo sacar algo, ya le envié un mensaje avisándole y cierto hay comida en la manija de la puerta – dicho esto pidió permiso y se metió a la habitación con una sonrisa.

Harry tomó la comida y la vio en estado de shock, notó como ella entraba y caminaba por todo el departamento con total confianza y comodidad, como si hubiera hecho eso desde siempre, algo que le hizo sentir muy incómodo, pero prefirió no opinar.

Cofre AlborotadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora