Conquistando a Min Yoongi | YOONTAE | COMPLETA

Conquistando a Kim Taehyung

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Yoongi regresó a Seúl, Taehyung permaneció en Tokio.

Durante cuatro meses Yoongi fue a verlo varias veces, entre sus últimas clases y los entrenamientos del nuevo equipo universitario, buscaba la manera de estar frente al departamento del menor con flores, chocolates, alguna comida casera u otro obsequio.

Las primeras veces Taehyung se sentía incómodo con su presencia, lo invitaba a pasar solo para no ser descortés. El menor se ponía a trabajar en sus artículos, ignorando la presencia de Yoongi, el cual se hacía útil preparando de comer y haciendo almuerzos para que el menor se llevara durante la semana, pues sabía que no le gustaba mucho la cocina; incluso los roommates de Taehyung se beneficiaban de esto y a veces les tocaba un poco de las sobras. Ellos le decían que si él no quería a Yoongi, cualquiera de ellos lo aceptaba, Taehyung solo los amenazaba con la mirada.

En las tardes Yoongi se sentaba a lado del menor, le preguntaba si necesitaba ayuda, de qué hablaría en el periódico, a qué lugares había ido en la semana... Después el mayor se iba a un hotel y regresaba con el desayuno, para después despedirse y volver a Seúl.

—Esta vez yo te estoy conquistando, Kim Taehyung —le había dicho una de las noches que regresaban al departamento del menor, después de que Taehyung aceptara ir a cenar—, y no me voy a rendir, quiero que estés seguro del amor que siento por ti.

Al cerrar la puerta Taehyung no pudo evitar sonreír y sentir bonito en su corazón. Después de unas semanas, Taehyung ya lo esperaba y sentía un cosquilleo de emoción cuando el timbre sonaba y sabía que era Yoongi.

Las siguientes visitas empezó a llevarlo a lugares de la ciudad, lo llevó al periódico donde estaba haciendo su pasantía y hasta fueron a un partido de básquet.

En una de las salidas Yoongi se atrevió a tomar su mano, y aunque en otras ocasiones había sido rechazado, esta vez Taehyung entrelazó sus dedos y así caminaron mientras caía el atardecer.

El último fin de semana que había ido el mayor, le había entregado la invitación a su graduación y con una sonrisa le pidió que estuviera ahí. 

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La estola púrpura con dorado indicaba que se graduaba con mención honorífica, por lo que al ser nombrado, el presidium se puso de pie y todos le aplaudieron. Min Yoongi hizo una venia ante el público y saludó a su mamá, la cual no se encontraba sola, pues Kim Taehyung lo observaba con una sonrisa y un bonito arreglo de rosas. Yoongi sonrió más, si es que era posible y le lanzó un beso.

—A continuación, el alumno Min Yoongi dará un mensaje a sus compañeros graduados.

Yoongi se colocó frente al atril y acomodó el micrófono.

—Hoy hemos culminado una etapa más de nuestra vida, dejamos atrás momentos de estrés al salir de un examen, dejamos atrás perseguir a los maestros para que nos cambien una calificación —la audiencia rió—, y dejamos atrás los malos momentos. Pero nos llevamos amigos, nos llevamos las sabias palabras de nuestros profesores, nos llevamos los momentos felices. Nos dicen que ahora entramos a la etapa donde decidimos qué queremos ser: médico, físico, biólogo, astrónomo, o en mi caso, basquetbolista, pero lo que quizá se les olvida decirnos es algo más importante, ¿quién te va acompañar durante esa etapa? Si ustedes son tan afortunados como yo y ya tienen a esa persona correcta, no la dejen ir.

Miró detenidamente al menor y sonrió.

—Kim Taehyung —lo miró detenidamente—, quiero volver a ser en quien pienses los días felices, los días grises, si me lo permites, todos los días quiero ser tu eternidad y algo más.