Mi Experiencia En Mi Rd De Bnha || On Your Own, Kid

El verdadero inicio y los rizos morados

La alarma por defecto del teléfono empezó a sonar sin dejar descanso. Confundida por aquel sonido abrí los ojos desconcertada mirando a mi alrededor mientras buscaba con la mano en teléfono.

Es verdad, que ahora estoy en boku no hero.

Sentía que aquella sensación de sorpresa no se iría jamás, todo era tan imposiblemente real que pensaba en ser incapaz de acostumbrarme a ello.

Con el teléfono en mano apagué la alarma con rapidez mientras me cegaba la luz de la pantalla a la vez que cargaban notificaciones por doquier. Lo primero que hice fue abrir los mensajes, varios de ellos con mensajes de ánimo para superar la prueba.

Sonreí al ver el de Mirio "seguro que logras pasar la prueba, estoy deseando que nos veamos por los pasillos de clase!". Lo dejé en visto, para que mentir, aunque apreciaba el detalle.

Seguidamente abrí el de momo para desearle los buenos días antes de ir a la ducha. Mientras me dirigía a esta, paré frente al escritorio que mantenía una jaula grande en el cual un inquieto hurón igual de blanco que mi pelo correteaba.

-Hola. -observe no muy segura metiendo un dedo entre los barrotes, el pequeño animal tan solo se acercó y tras olerme con alegría volvió a revolcarse por el suelo de la jaula.

Yo también me alegro de verte.

Riendo por fin fui a asearme con el tiempo justo para vestirme e irme, desayunar es para cobardes.

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Con lo que esperaba que fuera mi antiguo uniforme ya puesto me despedí rápidamente tanto del hurón como del gato antes de bajar y para mi sorpresa encontrarme a mis dos padres en el salón.

-¿Papá? -dije extrañada al verlo, antes de siquiera darle los buenos días a mi madre.

-¿Tanto te sorprende verme? Buenos días al menos -exageró un falso tono de indignación.

-Pensé que estabas de misión o algo así -por lo que recordaba no era ni de lejos un mal padre pero el ser héroe le robaba bastante tiempo en familia- Buenos días mamá.

Sonriendo le abracé.

-Encima de que te espero para desearte buena suerte -me acerqué a él para igualmente abrazarlo.

-Si si, ya lo sé, buenos días a ti también -sintiéndome en una familia funcional me despedí rápidamente puesto que el camino era extremadamente largo hasta la ua ya nosotras decidimos ir andando.

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Caminé a lo mucho unos 5 minutos hasta que llegué a una calle menos cara y más estrecha en lo alto de una cuesta para ver a una chica pequeña y de pelo castaño esperarme.

-Por fin llegas. -se quejó guardando el móvil.

-Cómo si no acabaras de despertarte tú también, anda tira -respondí a Erii dándole un pequeño toque en el hombro entre risas.

Andamos por varios minutos hablando de cosas bastante insignificantes cuando empezamos a acercarnos a un camino larguísimo que se alejaba de las calles de la ciudad donde gente de todos los tamaños, tonos de piel y ¿razas? andaban con una energía demasiado desbordante.

-¿qué número te ha tocado? -le pregunté viendo como una cantidad de gente absurda se empezaba a apelotonar en la puerta de entrada.

-El 200 y pico, cómo los lugares vayan por número voy a ver una mierda.

-Si soy, menos mal que me a tocado el 098.

-Eso es porque te tienen favoritismo.

-Uy la envidiosa, solo di que me tienes envidia y ya -Seguí burlándome de ella cuando al entrar al edificio nos dimos cuenta que no sabíamos a dónde ir.