Nos acercamos a los chicos

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Ya he regresado, espero que lo disfruten chicos y chicas.

Lamento la tardanza :*


***

Cuando logró despertar se encontró con que alguien estaba cargándola cubierta por una sábana blanca, el sol era insoportable y eso la incomodaba mucho; aunque creía que ya se debía de haber acostumbrado, porque ya llevaba mucho tiempo, a su parecer, caminando por el desierto.

Aún le dolía su brazo y lo extraño era que sabía no tenía nada, o por lo menos ______ creía eso.

Se quejó un poco, escuchó susurros y luego la voz de alguien dando una orden dejando estáticas a quienes la estaban cargando, por eso se quedó esperando a que algo sucediera. Para su suerte, pronto la bajaron, con un poco de brusquedad, para colocarla sobre el suelo arenoso.

Cuando quitaron la sábana que la cubría, se quejó y cubrió su rostro con las manos, era demasiada luz la que había sobre su rostro.

‑¡Está viva!‑ escucha que gritan varias chicas y ahora lo que hizo fue quejarse por el sonido.

‑Oye, ___* ¿Me escuchas? - pregunta alguien.

‑Sí - respondió con pesadez y con la voz ronca por haber hablado en quién sabe cuánto tiempo.

‑Oh, genial... ¿Cómo te sientes? - esta vez, sí que logró descubrir de quién era la voz, era de Teresa.

‑Creo que puedo vivir.

‑¿Y caminar? ¿Te crees posible de hacer eso? - escucha la voz de Harriet preguntar.

‑Sí, también puedo caminar - responde para sentarse y parpadear con fuerza para acostumbrar su mirada a la claridad tan espantosa que se presentaba en el desierto.

‑Bien, en marcha.

Escuchó algunas quejas por parte de otras chicas, supuso que eran las que debían de tener peor condición física o que no habían descansado mucho en las últimas horas, o días.

Se puso de pie con cierta dificultad y estiró un poco sus extremidades para dar algunos pasos inseguros, cuando supo que no se caería de narices dando un increíble espectáculo a las chicas, se volteó hacia Harriet y la miró seriamente.

‑Bueno, vamos ¿no?

Harriet asintió y dio la orden de comenzar a caminar, prometiendo que se detendrían a descansar cuando el sol estuviese más bajo, recibió algunas quejas, pero todas caminaron cuando las líderes de la caminata comenzaron a moverse.


***

______ iba en absoluto silencio durante las cuatros horas de caminata que pasaron, y cuando se detuvieron a descansar se mantuvo en el mismo mutismo.

Observó que Teresa se acercaba en su dirección con una sonrisa radiante, a la cual no le encontraba ninguna razón posible, a menos que se hubiese visto con su hermano, cosa que también dudaba mucho.

‑Dime que esa sonrisilla es porque viste a mi hermano - comenta en voz baja mientras la chica de ojos azules se sentaba a su lado.

‑Oye - comenta con un pequeño tono de molestia -, las razones por las cuales sonrío no son todas por obra de tu hermano.

______ no pudo evitar sonreír divertida - Bueno, bueno... ¿Entonces?

‑Estoy feliz porque estás bien y no tenías nada grave.

Ella no era la última (Minho y ____ )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora