Capítulo 8

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Eiji siempre había escuchado eso de que Después de la tormenta viene la calma a lo largo de su vida, pero recién a sus 16 años entendió por completo su significado. Pues justamente en esos momentos estaba viviendo la calma después del caos. Ya había pasado un poco más de un mes tras la divulgación de los correos pero, para él, se sentía como si todo eso hubiera pasado hace siglos atrás. Y ahora todo era paz y tranquilidad.

Bueno, quizás sea muy optimista decir que todo, absolutamente todo, estaba olvidado, pero la situación ahora era mucho mejor que antes. Al menos ya casi nadie hablaba del asunto, ya no recibía amenazas y, lo mejor de todo, volvió a hacer uso de las redes sociales. Todo estaba volviendo poco a poco a la normalidad. Por fin.

- Bien chicos, antes de terminar la clase, traje sus trabajos corregidos y con calificación – Anunció la profesora de matemáticas mientras sacaba un montón de papeles y los ponía sobre la mesa.

Se pudo escuchar un coro de lamentos tras ese anuncio, mas Eiji sólo miró el puesto vacío que estaba detrás de él. Aslan no había ido a clases en los últimos 4 días. Nunca había faltado tantos días, ¿o sí? Él llevaba años sentándose detrás, pero sólo hasta ahora se había percatado realmente de lo que era su ausencia.

- No te preocupes Eiji, si hiciste el trabajo con Ash no puede haberte ido mal – Lo animó Sing al ver su expresión de preocupación.

Sin embargo, Eiji no estaba para nada preocupado por el trabajo en esos instantes. Otra cosa ocupaba su mente aún más.

- Al salir de clases retiren sus trabajos y, si tienen dudas, estaré en mi oficina más tarde.

El timbre sonó y, pareja por pareja, se acercaron al escritorio de la profesora. Eiji fue uno de los últimos. Aunque eso era más por costumbre, siempre esperaba hasta el final pues era demasiado vergonzoso compartir sus calificaciones en matemáticas con sus compañeros.

- Vamos Eiji, parece que la lluvia ha parado un poco – Comentó Yut desde la puerta – Y realmente no quiero mojarme el pelo.

- Ya voy.

En el escritorio quedaban sólo cuatro trabajos y casi por inercia tomó el que tenía calificación reprobatoria. Sin embargo, su nombre no estaba en la portada. Miró los otros tres, hasta que vio su nombre y el de Aslan en el que estaba debajo de todos. Y nada, pero nada pudo haberlo preparado para lo que vio.

- Ay, no, Eiji. ¿Es muy malo? – Preguntó Bones al verlo.

Pero Eiji no fue capaz de responder. Había perdido momentáneamente la facultad del habla.

- Aún no perdía las esperanzas, pero lo de los comentarios de felicitaciones son realmente inesperados, hijo– Comentó Ibe Okumura desde Seoul.

- ¡Lo sé! Creo que enmarcaré todas las hojas de este trabajo y los colgaré en mi pieza. ¡Nunca volveré a ver una nota máxima en matemáticas en mi vida! – Exclamó de felicidad Eiji desde el living de su casa.

- Es realmente una lástima que no pueda estar ahí contigo para celebrar.

- No te preocupes, lo celebraremos cuando vuelvas. ¿Cómo han estado las exposiciones?

- Todo ha ido muy bien. Además, he aprendido mucho de varios colegas. Arqueólogos y profesores de todo el mundo han venido hasta acá.

Parece que le gustasWhere stories live. Discover now