Capítulo 18

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EPILOGO

Si había una lección que Sing y Jessica habían aprendido muy bien en el último año es que nunca, jamás, irían a dudar de cualquier cosa o consejo que la tía Xiang les fuera a decir otra vez. Esa mujer era una bruja, así de simple, y era una bruja muy poderosa. Y si necesitaban prueba de ello, bastaba con dirigir sus miradas al patio del colegio y ver como Ash y Eiji les demostraban a todos que eran la pareja más dulce, única y real del mundo.

Si es que se le podía llamar dulce a Aslan, claro.

- Es un poco molesto, ¿Sabes? – Reflexionó Jessica en voz alta – Si hubiéramos sabido que el consejo de la tía Xiang funcionaba tan bien, hubiéramos elegido mejor con quien emparejar a Eiji.

- ¿Honestamente crees que hay alguien mejor que Ash para Eiji?– Cuestionó Sing

Jessica no fue capaz de contradecir eso.

- Está bien, elegimos bien. ¿Pero te imaginas si hubiéramos elegido a otra persona? – Replicó.

Sing no quería pensar en eso. Si bien ya las cosas no se podían cambiar, tampoco podía quejarse. En un comienzo el total asunto sobre los correos electrónicos y esa sarta de rumores había sido casi un desastre descomunal. Sing perdió la cuenta de la cantidad de veces que quiso confesarle todo a Eiji y disculparse por todo el caos que se había ocasionado. Sin embargo, de algún modo, todo se había desarrollado maravillosamente bien. Ash y Eiji estaban juntos ahora, y ni Jessica ni él podían desear mejor chico para su amigo.

Por mucho que a Jessica le cueste aceptarlo a veces.

Ambos amigos estaban solos en la sala de clases y podían ver desde la ventana a la pareja en el patio, jugando fútbol con sus demás compañeros. Eiji, siempre había jugado fútbol con los demás, incluso desde primaria.

De repente, pudieron ver como Nagata pateó la pelota y pasó a golpear el brazo de Eiji. Observaron como  gritó y casi perdió el equilibrio. En el instante, todos sus demás compañeros se detuvieron y prestaron atención a Eiji aunque sabían que el golpe no había sido lo suficientemente fuerte como para hacerle verdadero daño. No era nada que Eiji no haya sufrido anteriormente jugando con ellos. Sin embargo, eso no bastó para Ash. Con prontitud, se acercó a su novio y examinó su brazo. Por los gestos que la Eiji hacía, de seguro trató de decirle que no había sido nada. Pero Ash, como terco novio preocupado, no quedó satisfecho hasta que se aseguró por sí mismo de que todo estaba bien. Y cuando eso pasó, le dio un tierno beso en la parte magullada, al igual que en sus labios, para alejarse y volver al juego.

Y esta no era la primera vez que Sing y Jessica habían visto gestos como ese por parte del rubio.

- ¿En serio puedes dudar de lo bien que elegimos? – Volvió a cuestionar la Sing.

- Quizás sean celos infantiles – Replicó Jessica cruzando los brazos – Ash es demasiado perfecto.

- Sabes bien que eso no es así – Refutó Sing – Ash tiene muchos defectos.

- Sé que tiene defectos – Admitió la chica - Pero sabe compensarlos muy bien en otras cosas. Y eso hace que se le perdone todo.

- Suenas como si quisieras robarle el novio a Eiji – Se rió con burla la amatista.

- Amo a Eiji, jamás le haría eso a un amigo – Aclaró seria Jessica – Pero eso no quita que Ash sea un excelente novio, ¿Verdad?

Parece que le gustasWhere stories live. Discover now