15: •REUNIÓN FAMILIAR•

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Un goteo constante le hace abrir los ojos, lo cual normalmente resulta ser una tarea muy fácil, pero ahora le está costando como si fuera la primera vez que lo hiciera. Le sorprende mucho que sea así, sin embargo, sabe que lo peor está por venir. Escucha con atención cada sonido que sucede a su alrededor, dejando de lado el caer de algo líquido, también hay un suave cascabeleo y voces a la lejanía.

La cabeza la pesa horrores, pero logra levantarla y echar un vistazo alrededor, su vista se encuentra un poco nublada, sin embargo, logra distinguir cuerdas gruesas colgando a lo largo de la habitación en donde se encuentra, también que de ellas cuelgan papeles con símbolos raros dibujados.

¿Qué diablos significaba aquello? Lo último que recuerda es estar en el carro con Fushiguro y Nobara, luego un fuerte golpe y cristales rotos, entonces alguien le dijo...

- Hermanito, por fin despiertas -se tensa al ser llamado de esa forma y que no sea con la voz de Sukuna, sino de un hombre de cabello negro y línea sobre el puente de la nariz-; comenzaba a preocuparme.

- ¿Quién eres?

- Es verdad, te quedaste dormido aquella vez y no pudiste escuchar mi nombre -el joven hombre camina hacia él, colocándose de cuclillas entre sus piernas separadas. La cercanía de este no le agrada en lo absoluto-. Mi nombre es Choso, soy tu hermano mayor.

- De acuerdo -pone los ojos en blanco, le resulta irónica aquella escena-. Ahora resulta que mi madre tuvo otros hijos -no puede evitar pensar en Sukuna, quien a pesar de también llamarse "su hermano", hace cosas con él que no deberían hacer los hermanos-. Perdona que te diga esto, pero ya alguien tomo ese título.

- No, te equivocas. Sukuna es solo un cabrón que...

- Sukuna es mi hermano -se sonroja al decirlo, pero no piensa dejar que alguien insulte a su quien quiere tanto-, y tú me has secuestrado ¡Tú causaste ese accidente! -no es pregunta, no tiene por qué hacerla- ¡¿Dónde están mis amigos?!

- Solo te traje a ti, no sé qué haya pasado con ellos.

- ¡Debes ayudarlo!

- ¿Por qué debería de hacerlo? Quien importa eres tú, madre ha esperado mucho para verte -el aire se escapa entre sus labios, un jadeo de asombro ante la persona mencionada.

¿Su madre? Ella murió en el parto, ¿no es así? Tanto su padre como su abuelo se lo dijeron, incluso se lo contaron, pero entonces porque esteba ese sujeto diciendo que ella había esperado mucho para verle, ¿qué significaba aquello?

Las frías manos de Choso le toman de las mejillas y lo insta a verlo, al hacerlo, tiembla al ver el genuino cariño que hay en aquella mirada. No le gusta, ¿cómo puede quererlo tanto cuando apenas lo conoce? Se siente agotado nuevamente, como si no hubiera dormido por mucho tiempo y cierra nuevamente los ojos, permitiendo que el sueño lo tome en brazos.

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Junpei siente que el aire comienza a volverse fuego en sus pulmones, dificultándole así el respirar, pero no se puede permitir tomar un descanso porque Sukuna y sus largas piernas dan zancadas que abarcan dos de sus pasos sin problema alguno. ¿Cómo había terminado en eso? Claro, el gemelo de su mejor amigo fue a por él en su habitación y lo jalo sin cuidado alguno, también sin avisar a algún superior.

Realmente no le sorprende que Sukuna sea alguna clase de renegado.

Por otro lado, prefiere caminar (correr) que ir en el asiento del copiloto con Sukuna conduciendo; el loco desquiciado tenía que ser fanático de Fast and Furious porque sólo Toretto estaría orgulloso de semejante conductor.

Devórame en la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora