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No existían palabras suficientes para expresar el dolor que Namjoon experimentó esa noche, jamás se había sentido tan miserable en toda su vida. Jimin se marchó del departamento sobre las seis y media, con un poco de sus cosas en una mochila y los ojos rojos de tanto llorar, Hobi le avisó que los padres de Namjoon estaban camino al departamento y no quería encontrarse con ellos.

Aunque Namjoon tampoco les abrió la puerta, encendió su celular de nuevo solo para decirle a su padre que estaba bien, pero que quería estar solo, que necesitaba estar solo. Se sentía avergonzado, humillado y destruido, no quería ver a sus amigos, ni a sus padres, no quería hacer otra cosa más que llorar acurrucado en la cama, abrazando su propia almohada, porque la de Jimin la había arrojado muy lejos de él, porque tenía su olor y no lo soportaba.

A medianoche, Yoongi le mandó mensajes diciéndole que estaba afuera del departamento y que, si no quería verlo, estaba bien, pero que le había traído comida y bebidas porque sabía que no tenía casi nada en el departamento, después de la boda se irían inmediatamente a su luna de miel, así que el refrigerador estaba casi vacío.

Le compró fideos instantáneos, frutas, huevo, leche, cervezas, muchas botanas e incluso helado. Su primer pensamiento fue llevarle alguno de la comida de la boda, después de todo, eso estaba pagado y no podían devolverlo, pero menos mal se dio cuenta a tiempo que eso hubiera sido muy cruel.

Namjoon abrió la puerta justo cuando Yoongi había dado unos pasos para alejarse, entonces volteó para verlo y quiso golpear a Jimin al ver el estado de su mejor amigo. Jamás había visto así a Namjoon.

Regresó hasta él, quedando frente a frente. Yoongi aún tenía puesto su traje a medias, desarreglado, por supuesto, sin el saco, el moño deshecho, las mangas dobladas hasta el codo y la camisa por fuera con los primeros tres botones desprendidos.

—Dijo que no me ama —murmuró Namjoon, agachando la cabeza—. Que el amor solo... desapareció, no sabe cuándo, no sabe cómo y yo... yo no sé qué hice mal.

—No hiciste nada mal —dijo Yoongi—. Estarás bien, no mañana, posiblemente no en una semana o en un mes, pero lo estarás y volverás a enamorarte y volverás a amar y te casarás con la persona correcta, con alguien que esté loco por ti y que no conciba la vida sin ti y serás muy feliz, Nam, confía en mí.

Namjoon asintió con la cabeza, sintiendo cómo sus ojos se llenaban de lágrimas de nuevo y entonces rompió en llanto en cuanto su mejor amigo lo abrazó. Yoongi también había llorado, porque conocía los sentimientos de su amigo, sabía lo enamorado que estaba y todas las promesas que se habían hecho, no podía siquiera ponerse en su lugar, no podía imaginar cómo se sentía en ese momento, pero iba a estar allí para él, para lo que necesitara.

Y en cuanto a Jimin, estaba aliviado de que no se hayan cruzado, no lo hubiera golpeado, no, Yoongi no era así. Pero se hubiera encargado de hacerlo sentir tan miserable, se hubiera encargado de decirle que no solo había destruido el corazón de Nam y el futuro que tenían juntos, sino que también había dividido a su grupo de amigos, justo como Yunho hizo, él estaba furioso y en cuanto Jimin contestó su llamada, lo mandó tan jodidamente a la mierda que Taehyung tuvo que sacarle el celular, porque así eran Hobi y Taehyung, apoyarían a Jimin independientemente de sus mierdas, así como Yunho y Yoongi siempre estarían del lado de Namjoon...

No era intencional, no lo hacían apropósito.

Iba a ser difícil afrontar esto más adelante porque a pesar de su mala cita con Taehyung, ellos eran un grupo de amigos muy unido, o lo eran...

Yoongi pasó la noche con Namjoon, Yunho se unió a ellos a la una de la mañana, más o menos, que fue cuando Namjoon respondió a sus mensajes. Los tres comenzaron a beber, sentados en el suelo de la cocina, no hablaron mucho. ¿Qué podían decir?

Los tres habían pasado por sus propios corazones rotos, sin embargo, si alguno tenía que ganar esa competencia, sin duda sería Namjoon.

Él sentía que se moría, sentía que el dolor era más fuerte de lo que él podría soportar, que no sería capaz de seguir con su vida, aunque sus amigos le dijeran que lo haría.

Pero ahora no había consejos suficientes para mantenerlo cuerdo, se trataba de resistir, de esperar, de dejar que el tiempo hiciera su trabajo y volviera la herida menos profunda, volviera los recuerdos menos dolorosos y disipara el amor que Namjoon aún sentía por su ex prometido...

Solo quedaba esperar que el tiempo hiciera su parte... 

Cuando el amor se escapa || MINIMONIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora