Especial: México

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Acabamos de cantar la última canción mientras miles de fanáticas mexicanas gritan y saltan en el estadio Azteca. La adrenalina que siento en estos momentos es insuperable e inexplicable. El corazón bombeando por el esfuerzo y la alegría de la meta cumplida. Siento la respiración agitada mientras el sudor se extiende por mi torso y mi rostro pegándome mechones de cabello a la cara.

Observo a Mile, lo veo sonreír y entiendo que se siente tan feliz como yo. Me acerco dándole un fuerte abrazo mientras su perfume se impregna en mis fosas nasales. Un calor me recorre al sentir su palma subir y bajar por la parte baja de mi espalda. Maldición, en días como estos me gustaría ser otra persona. 

Lo suelto y voy hacia Bible que me mira de reojo riendo mientras niega con la cabeza. Es el único que sabe lo que siento, nunca se lo dije pero él bastardo lo supo así como yo sabía de su amor por Biu.

- Disimula Po... tienes miles de fans que te están grabando en estos momentos- murmura mientras tomaba de mi mano 

- No sé de qué hablas- contesto mientras saludábamos al público

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- Salud- grito golpeando con fuerza mi shot de tequila con los de Tong, Nodt y Pong

Un nuevo trago de alcohol ingresa a mi cuerpo mientras observo a Po hablar con Bible. El show de hoy fue distinto a otros, quizás el calor de este país, el fervor de su público, los malditos tragos que queman mi garganta hasta llegar a su destino, no sé, pero aquí todo resulta ser más erótico, más extremadamente sensual. Y Apo con esa jodida camisa de bambula y esos shorts que no dejan nada a la imaginación, solo vuelve el clima más sofocante. Hace horas tengo un grave problema en mis pantalones y el responsable no hace más que ignorarme.

El espectáculo terminó hace horas y decidimos festejar en un pub ubicado al lado del hotel. Es un sitio pequeño, discreto y lo cerraron exclusivamente para nosotros. Mañana por la tarde debemos volver a Tailandia y queríamos aprovechar al máximo nuestras últimas horas en este lugar.

Cuando terminé de bañarme, Apo se había retirado de la habitación así que vine con Tong y Nodt. Poco después lo vi entrar junto a Bible y Biu. Últimamente estaban muy cercanos y aunque nunca fui un hombre celoso o posesivo algo en su amistad me hace querer darle un puñetazo a uno y arrinconar contra la pared y marcar al otro. El instinto animal que a veces rasguña bajo mi piel es algo con lo que peleo día a día. Comprendo que quizás el tiempo que llevamos juntos, su historia antes de reencontrarnos, los meses de convivencia sean factores que hagan que quiera protegerlo y cuidarlo, pero desde hace meses peleo con las ganas de besarlo, tocarlo y mucho más.

Lo ocurrido en el primer concierto de Cumulus en el Impact Arena de Tailandia, es un fiel reflejo de lo mal que llevo la situación. Sobre el escenario debíamos replicar la escena del muelle donde Kinn y Porsche se dan su primer beso. Mis ansias, mis ganas de besarlo me hicieron ir por más y en lugar de jugar con las luces y sombras y fingir el beso, lo besé de verdad. Pensé que me reclamaría pero él no dijo nada, ni en ese momento, ni después.

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Mile se ve tan malditamente sexy está noche. Esos pantalones oscuros pegados a su cuerpo junto a esa camisa negra apenas prendida por un par de botones, me transportan a sueños tan prohibidos y calientes que ni la bebida más fría logra calmar la lava que corre por mis venas. Desde hace unos minutos me mira con enojo, sé que quiere toda mi atención y no le gusta que esté con Bible, pero es gracias a él que mantengo control de mis sentimientos así como de mis acciones

Destrozado en mil partes - MILE APO-Where stories live. Discover now