XXVII. Una noche de pasión - Parte 4

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ADVERTENCIA: Este capítulo contiene relatos de sexo, contenido solo apto para mayores de edad (según las leyes morales de nuestra sociedad). Por favor, omítelo si todavía estas muy chiquito para eso.

Saben que ya ni me importa. 

Hagan lo que quieran (frase de madre latina promedio) 

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Wei Wuxian perdió toda su capacidad mental. Fue envuelto por un torbellino de calor, ola tras ola de exquisito éxtasis recargó su cerebro. La mente en blanco, el corazón ligero. Mientras que una serie de intensas pulsaciones eléctricas viajaban desde la parte más escondida de aquel centro vital privado. El encantamiento había barrido sus sentidos y lógica, y en su lugar, todo lo que quedó era ardiente y fiero deseo.

Sin embargo, después de tantos rounds su cuerpo estaba descompuesto, necesitaba un respiro. Pero, Lan Wangji parecía no tener planes de detenerse pronto. Si cerraba los ojos Lan Wangji lo piñizcaría hasta obligarlo a abrirlos, Wei Wuxian no podía escapar ni en sueños. Frente a frente, completamente unidos, observó cuidadosamente al mafioso, encontró lujuria y seducción en sus arrogantes ojos.

—¡Lan Zhan! —maulló.

—¡Lan Zhan! ¡Gege! —llamó cariñosamente.

—Se más gentil —intentó persuadir al hombre de jade cariñosamente. 

Una sensación emocionante se asomó tímidamente sonrojando las orejas del jade. Su corazón dio un brincó de euforia, golpeaba con la fuerza de mil caballos. 

—Después de todo esta es mi primera vez con un hombre —reveló sin darle importancia. 

Todo se detuvo. El tiempo se detuvo. La noche se detuvo. Lan Wangji se detuvo.

(la economía se detuvo, el sol se detuvo, Google Play Services se detuvo, WhatsApp se detuvo... ok me calmo)

—¿Tú... no eres gay? —titubeó en medio de la confusión.

—¿Qué? ¡No! ¡Antes solo estaba jugando contigo! —expuso sus actos maliciosos. Mismos que lo habían traído hasta aquí y terminara de esta manera.

—Entonces ¿por qué...? —arrastró la pregunta.

—¿Por qué? ¿qué? —inquirió. No estaba en posición de charlar ahora mismo.

—¿Por qué no te resististe aquella vez? —cuestionó refiriéndose a la noche en el bar.

—Si me resistí —protestó.

De pronto, Lan Wangji lo recordó. Esa noche Wei Wuxian vociferó "soy un hombre" con desesperación, mientras se aferraba al borde de su ropa interior. Entendió que más que una advertencia, era una revelación, lo que en realidad significaba era "soy hetero".

—Pensé que te referías a que si no podía diferenciar a un hombre de una mujer —articuló con un sentido de vergüenza.

—¡Era mi heterosexualidad resistiendo idiota! —explotó.

—Yo... —perdió el habla —Lo siento por eso —perdió la cara.

Estaba congelado en su lugar, lo suficientemente apenado como para continuar, pero sin deseo de retroceder. Esta era una terrible primera experiencia, comenzando desde el asunto de las drogas. Se culpó mentalmente. Él tomaba toda la responsabilidad.

No importa. No fue como si me forzaras. Yo estuve de acuerdo, así como ahora —colocó ambas manos en el cuello del jade y lo empujó hacia arriba, quedando sentado sobre su regazo.

|EL DETECTIVE, EL MAFIOSO Y EL DIABLO| - WANGXIANWhere stories live. Discover now