VUELVE PRONTO

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Los primeros rayos de Sol entraban por la ventana de la habitación, poco a poco se fueron extendiendo hasta llegar a la cama, el clima era fresco y frío, el sereno de la mañana humedecía el pasto y las hojas de los árboles, las cuales eran movidas por una suave brisa que corría de norte a sur, las aves cantaban dulcemente, todo estaba tranquilo, silencioso, ningún ruido ni dentro, ni fuera de la casa. Kara estiró su mano en busca de su pareja para abrazarla, después de varios intentos sin tener éxito, abrió lentamente sus ojos, estaba sola en la cama, por un momento siguió descansando, pero reacciono cuando la mujer de pelo castaño entro a la habitación, llevaba puesto una camisa de color verde, unos jeans azules y un par de tenis blancos —(Jessica) Buenos días cariño— la rubia se sentó en la orilla de la cama, cubriendo con la sábana solamente la parte inferior de su cuerpo, sin importarle el hecho de que dejaba ver sus pechos y su abdomen marcado, —(Kara) Buenos días, pensé que te habías ido sin despedirte— se levantó de la cama y caminó hacia el armario de la habitación dejando caer la sábana, exponiendo todo su cuerpo y su gran musculatura la cual se podía ver fácilmente, pero que aún así, sin quitarle la apariencia de una mujer atractiva, Jessica no pudo evitar mirarla —( Jessica) Nunca me iría sin despedirme de ti—.

Kara se empezó a poner su ropa interior cuando fue sorprendida por Jessica quien la abrazó desde atrás, se dió media vuelta, ambas se miraron a los ojos y se besaron —(Kara) más te vale darme una recompensa por dejarme sola tantos días—
—(Jessica) Pensaré en algo, ahora termina de cambiarte. Voy a despertar a Courtney, cuando estés lista baja a desayunar— la portadora del anillo estaba preparando el desayuno para su familia, su pareja e hija aún se estaban arreglando, por lo cual se encontraba sola en la cocina, era su último desayuno familiar por lo menos en una semana, el pensamiento de renunciar a la misión y quedarse estaba muy presente en su cabeza, pensaba en Kara, en Courtney, cómo se sentirían sin ella, si algo le llegará a pasar, el daño que les podría causar la posible noticia de que nunca más se podrían volver a reencontrar, dejó salir un gran suspiro, también era por ellas por la cual iría a una misión tan riesgosa, ¿Que caso tendría quedarse, esperar a que la muerte llegará a ellas?, deseaba que fueran felices, que tuvieran un hogar, un futuro. Una pequeña lágrima salió de su ojo derecho, tenía miedo de no volver, pero más miedo de que su hija sufriera y tuviera la oportunidad de disfrutar de su vida.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por los "buenos días" de su hija quien seguía en pijama —(Jessica) ¿No se supone que te cambiarías de ropa?—
—(Courtney)¿Qué sopa?—
—(Jessica) solo ven a desayunar— la pequeña caminó torpemente al comedor, el sueño provocaba que no pudiera mantener un trayecto firme, en un momento, se pisó a ella misma por lo que estuvo a punto de caer sino fuera porque Kara apareció justo en ese momento para sostenerla —(Kara) Parece que alguien no se quería levantar, ya somos dos— la abrazo y la llevó a la sala, ahí la puso sobre el sillón para que estuviera más cómoda y así descansara un poco más de tiempo, le dió un pequeño beso en su frente y se marchó a la cocina.

Jessica ya había preparado Hot Cakes en forma de corazón, les estaba acomodando pequeños trozos de frutas cuando vio a su pareja recargada del marco de la puerta, vestida con unos pantalones deportivos negros, una playera azul y calzado deportivo negro; no le dijo nada, la rubia se acercó  y se paró detrás de ella, la abrazo por la cintura y apoyó su cabeza en el hombro de la mujer de pelo castaño provocando una sonrisa —(Kara) Te amo—
—(Jessica) nunca me cansaré de escuchar esas palabras—
—(Kara) Te estaré esperando, ten mucho cuidado—
—(Jessica) tú también, cuídate a ti y a nuestra hija— Kara la siguió abrazando por unos segundos más, después la ayudó a llevar el desayuno a la sala, Courtney ya estaba despierta, se encontraba viendo su dibujos animados favoritos cuando sus madres entraron con una bandeja de comida, en aquella habitación tenían un mesa de cristal en la cual colocaron los alimentos, era un desayuno sencillo, pero como cualquier cosa que hacía Jessica, parecía un completo manjar.

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