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Maratón 2/3

ESTEFANIA QUINTERO

—De una vez te aviso que esta noche van a venir los Valladares a cenar a la casa—dijo mamá entrando a mi habitación

—Esta bien—dije sería

—Te quiero lista a las 8—sin decir mas salió de mi habitación

Al parecer esa familia nunca me va a dejar en paz. Le vale lo que le digo, es como si hablara con la pared. ¿Y si invento algo? Igual no serviría de nada...

—Va a venir tu amorts Saul—se burlo Antonio

—Ya quisiera el ser mi amorts—reí

—Tengo una idea—sonrió con malicia

—Haber ilumíname—lo mire atentamente

—Invita a Fidel—

—No ni loca lo invito no vez lo que paso cuando conoció a mi mamá, casi se va todo a la basura por culpa de ella—negué

—Pero el ya esta al tanto de todo, solo piénsalo tal vez así mamá al fin se quita esa idea de que tu y Saul se van a casar—

Me quede pensando en lo que dijo mi hermano. Tal vez seria buena idea, al fin tengo a papá de mi lado. Pero por otro lado sería muy mala idea. No quiero que Fidel pase mal momento, conociendo a mamá le haría pasar muy mal la cena, no pienso arriesgarme a eso.

—¿Y como te va en la Universidad Estefania?— pregunto Gerardo Valladares

—Muy bien la verdad estoy emocionada porque pronto ya me voy a graduar—sonreí

—Que bueno mija felicidades vas a ser toda una licenciada—dijo Mariel, la esposa de Gerardo y mamá de Saul

—Por cierto están invitados a la fiesta de graduación—dijo mamá, yo solo me limite a sonreír

—Ahi estaremos Claudia—dijo Saul viéndome pero yo lo ignoré

Al final de la cena papá y el señor Gerardo se fueron a el despacho a hablar, mi mamá y la señora Mariel se quedaron platicando en la sala, y mis hermanos, Saul y yo estamos en el patio disque platicando. Escuche que me llego un mensaje y vi que era de Fidel.

Fidelito <3: Vamos por unas chilipapas

Fidelito <3: Estoy afuera de tu casa

Sonreí al ver sus mensajes, me despedí de mis hermanos y Saul. Y salí sin avisarle a mamá, solo le pedi a Antonio que si preguntaban por mi que inventara algo. Vi su auto estacionado y abrí la puerta de copiloto, Fidel me recibió con una sonrisa, la cual yo igual le devolví.

—¿Como estás bonita?—pregunto

—Bien y ¿tu? no esperaba tu mensaje—reí

—Te quería sorprender, ¿estabas ocupada?—

—No, llegaron unos amigos de mis papás a cenar pero bien equis la verdad—

Llegamos a el puesto de las chili papas, al tener nuestra comida nuevamente nos subimos a su auto y arranco a lo que imagino es su casa

—Ya se me hizo costumbre venir a tu casa—bromee

—No me molesta tenerte aquí, si quisieras también podría ser tu casa—sonrió

En Silencio - Fidel Castro Where stories live. Discover now