ESTEFANIA QUINTERO
Los rayos del sol se asomaban por la ventana y causaron que me despertara. Una sonrisa se formo en mi rostro al recordar lo de anoche. La reacción de Fidel fue lo mejor. El verlo contento al darle la noticia es algo que no voy a olvidar. Volteé a mi lado izquierdo para ver a Fidel, el cual aun se encontraba dormido
Me levante de la cama con cuidado y camine hasta el baño. Me despojé de mi ropa y entre a la regadera. Sentí como el agua caliente caía por todo mi cuerpo. Cosa que hizo que me relajara. Al terminar de bañarme, salí de la regadera y me cambié a una vestido color rosa. Me maquillé rápidamente y nuevamente regrese a la habitación
—Buenos días amor—sonreí al ver a Fidel despierto
—Buenos días bonita—sonrió al verme
—¿Vamos a almorzar? El bebé tiene hambre—reí y Fidel rápidamente se levanto de la cama
—Dame diez minutos y salimos a almorzar—corrió apresurado a el baño
Creo que esto de estar embarazada no esta nada mal
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—¿Cuando quieres que le demos la noticia a nuestras familias?—le pregunté a Fidel
—Lo mas pronto posible—dijo contento
—Que te parece si mañana organizo una cena en mi casa, tu familia y la mía reunidos y ahi mismo les damos la noticia—chille contenta
—Lo que usted diga patrona—dijo Fidel y continuamos con nuestro almuerzo
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Fidel y yo decidimos pasar a un centro comercial aquí en Mazatlán para buscarle ropa a nuestro bebé.
Como el sexo del bebé aun es algo desconocido para ambos, solo nos dedicamos a comprar ropa en colores neutros
—Quien iba a decir que la ropa para bebe era tan cara—dijo Fidel y yo reí
—Si pero esta tan hermoso todo—dije viendo toda la ropa
—Mira este vestido esta bonito—dijo Fidel mostrándome un vestido en color blanco con muchas flores
—Esta bellísimo pero aun no sabemos si es niño o niña—rei
—¿Tu quieres niño o niña?—pregunto
—Pues me encantaría que fuera niño, pero si es niña igual estaría muy feliz. Mientras venga fuerte y sano el bebé me doy por bien servida—dije y el asintió
—Tienes razón, pero si es niña no quiero ni pensar en cuando ya tenga novio. Sabes que, si es niña no va tener novio hasta los 50–dijo serio
—No seas celoso amor, cuando tenga 50 ya nadie la va querer—rei
—Pues por eso te digo que hasta los 50–
—Pobre bebé, el papá que le espera—negué
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Al llegar a Culiacán le pedi a Fidel que fuéramos directo a su casa. No quería llegar a la mía con todas estas bolsas llenas de ropa para bebe
Fidel tomo todas las bolsas y yo solo lo seguí al entrar a casa. Según el no quiere que cargue nada pesado porque le puede hacer daño al bebé
Después de un día bastante largo lo único que mi cuerpo me pide es descansar. Así que sin pensarlo ni un segundo, me aventé en el sillón
—¿Amor no crees que lo mejor es que te mudes conmigo?—pregunto Fidel tomando asiento a mi lado
—No lo se, no había pensado en eso—
—No quiero presionarte pero no me gustaría pasar por todo este proceso lejos de ti. Quiero tenerte a ti y a nuestro bebé junto a mi, en nuestro hogar—dijo acariciando con cuidado mi vientre
—A mi tampoco me gustaría estar lejos de ti Fidel, mira primero le damos la noticia a todos. Después de eso pues me vengo a vivir a tu casa—le dije y el sonrió al escuchar mis palabras
—Ey, nuestro hogar. Esta casa es tuya como lo es mía. Si hay algo que no te gusta pues lo cambiamos, quiero que te sientas cómoda—
—Gracias mi amor, no te preocupes por eso. Tu eres mi hogar, a tu lado me siento cómoda—acaricié su mejilla y lo observé
Se ve tan tierno cuando me ve así con una sonrisa . Podría verlo todo el día y no me cansaría
—No me mires así que me chiveo—dijo y yo reí
Observe a mi alrededor
Esté sería mi nuevo hogar dentro de algunas horas
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