Los secretos de Olivia [Libro N°2]

Capítulo dos

─Zack, me quiero ir ─susurré.

Me acerqué hacia él cuando sentí como las personas reían a nuestro alrededor, mis manos apretaron la suya mientras caminábamos, se detuvo y giró para verme.

─Ya llegaremos, tranquila.

Sonrió y continuamos caminando, lo único que podía hacer es aferrarme a Zack o al menos a su mano. Nos acercamos a una casa en muy mal estado a la cual al parecer, vamos a entrar porque Zack saca una llave y abre la puerta.

Estábamos consumidos en un silencio hasta que Zack en un grito aviso que llegamos.

─Zack, llegaste ─casi caigo hacia atrás cuando una chica se abalanza sobre Zack, enarcó las cejas cuando sus piernas caen sobre sus caderas y sus brazos alrededor de su cuello, parpadeo continuamente incómoda.

¡Pero qué atrevida!

─Si, si, bájate ─la apartó Zack.

Dos chicos llegaron hacia nosotros, un chico que llevaba unos pantalones rasgados y una camisa con mangas cortas, y otro que llevaba unos lentes oscuros y un gorro de lana, Zack se había acercado a saludarlos pero pregunta por un tal Jeremy.

Todos giramos hacia un pasillo cuando aparece una pareja, los cuales se besaban descaradamente a un nivel que parecía que estaban a punto de...

─No coman delante de los pobres ─la morena les lanzó una almohada, el chico sonrió antes de volver a besar a la chica.

─Al fin, te esperábamos hace una hora.

El chico se apartó de su novia─supongo─y se acercó hacía nosotros, los ojos de él no podían dejar de verme, Zack me acercó hacía él y sonrió.

─Si, lo sé, les presento a mi novia, Olivia ─di una media sonrisa.

La morena me repasaba con la mirada, el con gorro me sonrió antes de salir, todos se acercaban a presentarse, y yo apretaba la mano de Zack.

***

Habían pasado tres horas, Zack se había metido con todos los chicos a un salón mientras que me pidió que me quedará afuera esperando, pero tenía los nervios de punta porque había pasado mi hora de llegada. Mi celular vibró y con el corazón apunto de salirse noto que es mamá, le digo en un mensaje que ya me vendré y que me dé 20 minutos más.

─¿Estás bien?

Levantó la cabeza y me encuentro con unos ojos azules que me miran logrando intimidarme.

─Si.

─Me dicen Nick ─se aleja para entrar a una habitación pero vuelve a asomarse por la puerta─ ¿Quieres algo de tomar?─asentí─ ¿Qué se te ofrece?

─Un vaso con agua estaría bien.

Sonrió antes de volver a entrar a donde supongo era la cocina, giraba mi cabeza a todos lados sin saber qué hacer.

─Aquí tienes tu vaso con agua ─me sobresalte ante la voz del chico, bueno de Nick.

─Gracias.

─¿Piensas quedarte ahí parada?

─Yo...

─Vamos, con confianza toma asiento.

No me dejó decir ni un sí o un no porque me arrastró hasta quedar sentados en el sofá, mientras hablamos le pregunto si Nick proviene de Nicolás o es de que realmente se llama Nick, el ríe y aclara a de que no se llama Nick, pero tampoco Nicolás.

Nada que decir al respecto.

Prácticamente nadie tiene que echarme nada en cara porque cuando uno está nervioso pregunta lo que sea.