PASIÓN GRIEGA EN LAS ARENAS DEL DESIERTO ARABICO. (Trilogía Pasión Y Cultura #3)

Capitulo 7

Hermes

Cuando escuche las palabras d mi padre mi cerebro dejo de funcional. —¿Cómo que la golpearon? Ella tiene una persona con ella a toda hora

—Bueno... —Sabes vamos para allá. Y quien sea que haya hecho eso va a tener consecuencias de haber tocado a mi esposa.

Subieron el jet privado en menos de dos horas el permiso fue otorgado para volar. Hermes estaba furioso por lo que le hicieron a su esposa.

—Denme papel y lápiz daré un decreto

Yo Hermes primogénito de mi padre primero en la línea de sucesión al trono de mi padre el rey como heredero al trono decreto.

Que te aquí en adelante todos deberán horrar y obedecer a la nueva señora del castillo, la princesa Metis Artemisa futura reina consorte.

Todos inclusive los de la dinastía griega deberán inclinarse frente a la nueva señora del castillo.

Nombro a Metis como la gran esposa del futuro rey de las islas griegas.

Como medidas se trajeran nuevamente las antigua leyes. Muerte en las guillotinas. Y la exiliacion.

—¿Puedes firmar esto por? — le extendió el papel a su padre su padre leyó, se sorprendió por el decreto. Pero no dijo nada ya que su hijo bien podría asumir el trono, no había hacho porque no lo ha querido.

Después de tres horas el jet privado aterrizo en la isla bajo apresuradamente con su guarda espaldas tras el.

—Haz llegar esto a todos que todos sepan que hay una nueva señora del castillo.

Al entrar al castillo. Detuvo a unas siervas que al verlo bajaron la cabeza. Quiero que desalojen las cámaras principales del castillo

— La... De la rein..

— Ella no es más la reina... Ahora vaya hacer lo que les ordene. Y que todos estén reunidos en el salón en una hora

Camino hacia el ala del castillo donde estaba el hospital de la casa real y efectivamente estaban aquí. Al sentir los pasos de a quien mi hermana atenea levanto la cabeza sus ojos estaba llenos de lágrimas.

Bajo la cabeza — Mi señor... dijo llorando. — lo siento no debí confiarme y dejarla sola aceptare mi castigo por no haber cuidado a su esposa mi señor.

—¿Quiénes fueron? Pregunte ella se asombró.

— No mi señor eso no lo se

— ¿Fueron mi madre y sus hijas?

—Oh no mi señor como cree que acusaría a la gran señora y a las princesas. — Dijo bajando la cabeza, por más hija de mi padre nunca la han tratado como una princesa.

— ¿Cómo está mi esposa? — Los médicos pasaron la noche poniéndole todo tipo de ungüento, pero no ha despertado aun mi señor.

— ¿Por qué estaba sola mi esposa?

— Mi señor fui por unas aguas frescas para mi señora, pero me demoré por que la...

—¿Por qué te demoraste?

— La ... princesa me detuvo para que le hiciera algo y me tome un tiempo extendido y cuando regrese mi señora estaba tendida en el suelo mi señor.

— Perdóneme mi señor... Puede hacer lo que crea conveniente. —Hermana sé que no fue tu culpa te conozco y se defenderías a mi esposa con tu vida. Ahora no quiero que nadie entre en esa habitación. Yo iré a poner en orden mi casa. Cuida de tu señora y cuñada.