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Lucas siente una inexplicable sensación de ansiedad mientras mira hacia la puerta de salida. Sacude su pierna constantemente al tiempo que se muerde los labios, aunque su mandíbula ya está tensa. Eso desarrollará un dolor de cabeza después, pero quizá sea un buen pretexto para encerrarse en su habitación el resto de la tarde.

-¿Estás bien? -le pregunta Samuel a su lado. Navarro asiente y mira el ramo de flores que descansa sobre las piernas de su amigo.

Están sentados en la sala de espera dentro del aeropuerto esperando a que Carlos llegue para pasar el Día de Acción de Gracias con ellos, aunque Lucas es el pretexto porque sabe que Carlos solo irá para estar con Samuel. Por un momento siente envidia porque ellos estarán juntos en una fecha como esa mientras él tendrá que contentarse con una videollamada con Rivera si es que nadie los interrumpe.
Y lo único que puede preocuparle en esos momentos, es que Carlos los descubra. Es que su amigo puede leerlo con demasiada facilidad. Reconoce sus gestos, sus tonos incluso sus ademanes y la forma en que se mueve. Ante Carlos, Lucas es un libro abierto y no sabe cómo podría mentirle a él y salirse con la suya. Esa es la razón por la que su ansiedad está creciendo. Tendrá que buscar la forma de calmarse o se delatará más rápido de lo que creía.

-Ahí está -dice Sam y se levanta de inmediato para encontrarse con Carlos a mitad de camino y le da el ramo de flores que lo hace sonreír con ganas. Lucas los mira y no puede evitar sentirse tan feliz por ellos. Al final se arma de valor y camina también hacia la pareja que se está besando ajenos a cualquier otra cosa.

-Dios, consíganse una habitación -habla el mariscal a espaldas de Samuel provocando que se separen entre risas.

-Oh, no te pongas celoso, hormiguita. Tú siempre serás el amor de mi vida -responde Carlos antes de abrazarlo.

-Después de Sam, supongo -responde Lucas con burla y Carlos le sonríe de una forma que nunca había visto antes-. Diablos, estás enamorado de verdad.

Su amigo no le responde, pero lo abraza por los hombros llevándolo a la salida con Samuel detrás de ellos cargando la maleta. Durante el camino de vuelta a casa, Navarro va en el asiento trasero mirando por la ventana hasta que su celular vibra anunciándole un nuevo mensaje.

"¿Te llamo esta noche a las 10?"

Lucas intenta no sonreír demasiado antes de responder.

"Esto apesta. Quería estar contigo esta noche".

"Lo sé, dulzura, pienso lo mismo".

"Suerte en tu partido. Te estaré viendo".

Rivera no responde y Lucas sabe que probablemente ya se encuentra en el campo calentando para el encuentro dentro de un rato.
Llegan a su departamento donde Navarro y Sam casi saltan a la sala para encender la televisión sincronizando los partidos que se transmitirán. Carlos se queda de pie detrás de ellos, con una mueca.

-¿De verdad tenemos que ver el partido?

-Son los partidos especiales de Acción de Gracias-explica Samuel. Carlos exhala con la mirada en el techo.

-Es culpa mía por rodearme de jugadores.

-Vamos, será divertido -dice el ala cerrada cuando se acerca a él y lo besa.

-Ugh, en serio necesitan una habitación -murmura Navarro sentado en la alfombra cambiando los canales-. ¿Qué partido vamos a ver?

-¿En serio lo preguntas? Es obvio que quieres ver a Rivera.

-Yo no quiero...

-Ahórratelo -interrumpe Carlos y se deja arrastrar por Sam hacia el sillón-, eso no funciona con nosotros.

Tiempo FueraWhere stories live. Discover now