Seth

🍁De regreso a Egipto

Manhwa: ENNEAD de Mojito, actualmente está por su segunda temporada.

Nombre: De Regreso a Egipto

Pareja: Horus- Seth

Universo: Au moderno con mitología canon.

Parte: 2/10

Resumen: Han pasado miles de años desde que Seth volvió a su país natal. Aunque no era muy apegado de Egipto, su espeso calor de temporada, sus largos desiertos y las largas tradicionales familiares y acentrales lograban hacer un hueco en su corazón.

Así que, cuando le dieron sus vacaciones de su ajetreado trabajo como detective privado de una gran agencia en Inglaterra, tomó sus maletas y fue hacer turismo en su vieja tierra árida.

Sin saber que las cosas se volverían complicadas cuando viejos recuerdos del pasado se presentaron en su puerta con sonrisas y palabras bonitas.

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Seth gruñó molesto cuando la maldita llave de pase no entró en la cerradura. Golpeó el pomo ya rojo de la ira, estaba por despotricar un montón de maldiciones cuando una gran mano morena toco la suya. La llave pasó a esas manos y fue introducida de manera lenta por la cerradura hasta hacerla girar con delicadeza. Seth miró con grandes ojos carmesí al dueño de esa mano y se aguantó un grito de sorpresa.

El hombre es enorme, fue lo primero que pensó, y que hermosos ojos, fue lo segundo cuando se perdió en esos ojos zafiros. Era alto, más alto que Seth y tenían un lindo cabello ébano corto, sus labios tiernos y rostro bien esculpido. Músculos por todas partes y vestía ropa sencilla.

—Las cerraduras de aquí son viejas, debes de tener un toque gentil para que cedan.

—Vaya mierda. No soy delicado para esas porquerías. Deberían cambiarlas.

—A los dueños les gusta así. —El hombre de ojos bonitos sonrió de manera cálida, Seth incluso pudo ver brillos detrás de él y el aire más limpio a su alrededor.

—Bueno, yo pago por estar aquí. Así que me vale una hectárea de mierda si a ellos les gustan o no—El hombre río con afecto por el mal vocabulario de Seth, el cual no lo comprendió—. Lo siento, no tengo modales, mi nombre es Seth.

—Soy Horus.

—... ¿Enserio? —Con ojos entrecerrados, Seth preguntó.

—Mi madre es muy religiosa — Y es afuera la única explicación—. Su nombre también proviene de un Dios natal, del Dios de la Guerra y dueño de los Desiertos.

—No tengo nada que decir de eso. A las madres de aquí les encanta ver sufrir a sus hijos. Pero ¡Hey! Quienes somos para quejarnos. Bien, chico lindo. Estoy cansado por el largo vuelo. Nos vemos y gracias por la ayuda.

—No es nada... —Él chico, Horus, estaba un poco nervioso. Cuando vio que Seth abría la puerta de su habitación con el montón de maletas a sus pies, él tomó la mano, no lo pensó. Solo lo hizo.

— ¿Qué? —Seth miró nuevamente esa mano grande, rodeaba perfectamente su muñeca y más oscura en tono de piel que la suya. Al ver su acción, Horus se apartó unos pasos y con las manos en el aire se disculpó.

— ¡Lo lamento!¡No era mi intención tocarlo T... Señor Seth! Es solo que note que no estaba familiarizado con el lugar, quería ofrecerme como su guía.

— ¿Enserio?

— ¡Si!

—HAHAHAHA niño, que lindo te ves nervioso. Pero no es necesario. Tengo mapa. —Seth con gran valentía levantó el mapa en cuestión.

—Bueno, eso es bueno pero el mapa no le dirá los mejores y verdaderos puestos de comida. Tampoco sobre la historia escondida sobre cada pirámide o esfinges—con convicción, Horus se alejó del cuerpo de Seth, su rostro sereno distorsionado por el nerviosismo—, pero si lo desea, no lo haré.

—Está bien —Con un poco de sospecha, Seth se acercó al ahora tenso Horus —. Pero si lo único que deseas era tener un revolcón, no es necesario tanto esfuerzo. —Riendo por el fuerte sonrojo del otro, Seth tomó el cuello de Horus y lo bajó a su altura. Con sus labios peligrosamente cerca, susurro—, no soy gay en realidad, pero por ti, ten por seguro que pondré mi mayor esfuerzo.

Dejando a un Horus tieso, Seth se marchó pavoneando sus caderas y una sonrisa de orgullo por haber logrado sacar un fuerte sonrojo en él chico.

Cuando ya había entrado a su habitación, dejó las maletas a un lado y salió a toda prisa para alcanzar el Horus, quien caminaba por el estrecho pasillo.

— ¡Niño! ¡Te espero aquí a primera hora! —Y con ello volvió al interior de su habitación.

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Cuando Horus pudo volver a ver a su tío... Su corazón había vuelto a latir luego de miles de años de frío. El cabello rojo sangre y largo, la piel tan blanca y lisa, sus ojos color bermellón tan fieros y orgullosos como él recordaba. Seth, estaba de regreso luego de tantos miles de años.

Su tío, sus alas, su todo estaba de regreso.

El recuerda la primera vez que vio al Gran Dios Supremo, ver su rostro lloroso llamando un nombre que nunca pudo ser escuchado. Los lamentos desgarradores y los delirios. Horus recuerda, recuerda tratar de animarlo, recuerda la calidez de esos brazos alrededor de su cuerpo. Recuerda los susurros de disculpas y llenas de afecto que no eran dirigidas a él... Pero sintieron que llenaban su corazón. Ese día Seth cambió su destino y Horus más que feliz lo aceptó.

Porque ese Dios Supremo que admiro y amo en secreto... Estaba de regreso y Horus como el rey, haría que su vida fuera la mejor. Que solo fuera feliz.

No importa que no me recuerde, no importa que no sepa quién soy, quiénes fuimos. Él se merece todo lo bueno de la vida.

Porque él había sufrido más de lo que debió en el pasado.

Horus en persona se encargaría de que nadie tocará y manchara a Seth.

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