𝖒𝖎𝖐𝖊𝖑 𝖔𝖞𝖆𝖗𝖟𝖆𝖇𝖆𝖑 |1|

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Mikel y tú llevabais juntos desde los 18 años, a su lado eras la persona más feliz del mundo, si importar el que diran.

Te levantaste rápido hacia el baño debido a las ganas que te habían entrado de vomitar en ese momento.

Cuando volviste a la habitación Mikel ya estaba despierto debido al sonido de tu vomito y estaba bastante preocupado por ti.

-Einar, ¿Estas bien?- pregunto preocupado mientras se reincorporaba poco a poco en la cama-

-si, tranquilo cariño, seguro que es alguna comida que me ha sentado mal- dijiste para intentar tranquilizarla, aunque más bien te estabas tranquilizando a ti misma-

[...]

Los días pasaban y tú seguías teniendo nausias matutinas haciendo que Mikel estuviera aún más preocupado por ti, aunque tú ya tenías una ligera sospecha de lo que era.

Mientras Mikel jugaba un partido fuera de casa, aprovechaste para ir a una farmacia de guardia a comprar un test de embarazo.

Una vez en casa te hiciste la prueba y esperaste con los nervios a flor de piel

5,10,15 minutos, la alarma de tu móvil sonó avisándote de que tenías que mirar el resultado de la prueba.

Con algo de temor en el cuerpo te acercaste hacia el lavabo y le diste la vuelta a la prueba.
Dos rallitas. Lo suponías, estabas embarazada, solo pudiste llorarar, pero llorar de felicidad, sabías que Mikel siempre había querído tene un hijo y tú ahora mismo llevabas dentro a su hijo.

Rápidamente te dirijiste hacia la tienda de la real sociedad para comprar una equipación tamaño bebe con su apellido en la espalda y un chupete con el escudo.

Como aún era temprano te acercaste al bazar más cercano a comprar una caja de cartón y confeti para meter dentro la equipación, el chupete y la prueba.

Una vez de vuelta en casa empezaste a prepararlo todo, además, mañana era el cumple de Mikel y tenías el mejor regalo que podías haber imaginado.

[ A LA MAÑANA SIGUIENTE]

Retiraste poco a poco el brazo de Mikel que estaba al rededor de tu cintura y te dirijiste a la cocina para poder prepararle el desayuno y llevárselo a la cama.

Subiste poco a poco las escaleras y dejaste la bandeja con la comida en mesilla para poder despertarle poco a poco.

-Buenas días, mi amor- dijiste empezando a darle besos por toda la cara-
-venga va, levanta que te tengo una sorpresa- dijiste esta vez acariciándole el pelo-

-Buenas días, mi vida- dijo con esa voz mañanera que tanto te gustaba, mientras se reincorporaba un poco en la cama-

-Te he traído el desayuno para que no tengas que moverte mucho, se que estas cansado del partido de ayer- dijiste sentándose a su lado-

-muchas gracias, sabes que no hacía falta, con tu compañía me sirve-

-Cuando termines de desayunar me avisas y te traigo tu regalo-

El desayuno pasó entre risas y muchos mimos, ya que según Mikel se merecía dosis extra por ser su cumpleaños y tú estabas encantada de dárselos, hoy y siempre.

-¿Quieres tu regalo?- preguntaste mientras le hacías caricias en el pelo, el simplemente asintió con la cabeza-

Abriste el segundo cajón de la mesilla y sacaste la caja que habías preparado el día anterior y se la diste.

-¿Qué es?- preguntó al ver que la caja pesaba muy poco-

-No se, ábrelo a ver que hay-

Mikel abrió la caja lentamente, haciendo que tus nervios aumentarán más y más por momentos

-¿Es enserio?- preguntó mirándote con algunas lágrimas en sus ojos-

-claro que es en serio, mi vida, ¿Te gusta?- preguntaste limpiado las lágrimas que se le habían saltado con tus pulgares-

-¿Qué si me gusta? Ahora mismo soy el hombre más feliz que existe, gracias por todo-

- Yo solo intento compensar todo lo que tú haces por mí, porque desde que estoy contigo soy la persona más feliz del mundo, y a veces me pregunto que he hecho para tenerte-

Viste que le estaban volviendo a salir lágrimas y tú le abrazaste transmitiéndole todo lo que tus palabras no hacían.

Después de estar un rato abrazados, os volvisteis a tumbar en la cama, y Mikel puso su mano sobre tu ya un poco abultado abdomen.

-Hola bebé, soy tu padre, y estoy muy feliz de que estés ahí dentro, puedo que no nos conozcas, pero puedes estar seguro de que tanto yo como tu madre te vamos a querer y cuidar por encima de todo, porque ahora mismo eres nuestra mayor felicidad, me muero por tenerte en mis brazos- dijo Mikel antes de dejar un beso, y ahora era tu turno de que se te saltaran las lágrimas-

-Estoy segura de que vas a ser el mejor padre que pueda tener- le dijiste mientras apoyabas tu cabeza en su pecho-

- seguro que tu también los vas a hacer muy bien, igual que todo lo que haces-

El resto del día lo pasasteis en la cama entre risas y mimos, muchos mimos, tanto de tu parte como de la suya y la verdad era lo mejor que tenías en tu vida

𝒐𝒏𝒆 𝒔𝒉𝒐𝒕𝒔 𝒇𝒖𝒕𝒃𝒐𝒍𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔 Where stories live. Discover now