* 𝖆𝖑𝖊𝖝 𝕽𝖊𝖒𝖎𝖗𝖔 |15|

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Ahora mismo estabas en estado de shock, el equipo de tu vida, al cual habías apoyado desde que tenías uso de razón, y en el cual jugaba tu chico, acababa de ganar la copa del rey, en la final contra el Athletic.
Las lágrimas de emoción fluían por tus mejillas sin que las pudieras controlar.

Después de que levantarán la copa y los jugadores del Athletic salieran del campo, bajaste junto a las otras parejas y familiares, para celebrar el triunfo junto a ellos.

-Mi amor- dijiste lanzándote a los brazos de Alex-
-Estoy muy orgullosa de ti-

-Gracias por estar aquí siempre y apoyarme en todo- dijo apretándote más contra su cuerpo-
-¿pero la victoria merece una celebración no?- dijo esta vez mirandote picaramente-

-¡Alex, por dios!- dijiste golpeándole de broma y escondido la cabeza en su pecho por la vergüenza-
-tú primero celebra con tus compañeros anda, luego ya se verá-

-Esta bien, pero que sepas que voy a estar esperando mi celebración cuando llegue a casa- dijo antes de dejar un beso sobre tus labios-

[...]

Los chicos habían ido al bar, la mayoría junto a sus parejas, pero tu habías decidido quedarte en casa.

Estabas leyendo un libro tumbada en a cama, cuando oíste como Alex abría la puerta de abajo de la casa.

-¿Tan pronto has vuelto?- le preguntaste dejando el libro en la mesilla , una vez había entrado en la habitación-

-si, prefiero estar contigo, a estar solo en una discoteca-

-¿Seguro que no es por que quieres celebrar la victoria conmigo?- preguntaste acercándote hacia él-

-Bueno, eso también ha influido, la verdad- dijo antes de unir sus labios con los tuyos-

Esta vez no era un beso suave, era un beso posesivo y necesitado, lleno de pasión.

Sus manos recorrieron tu cuerpo, hasta llegar al cinturón del albornoz que llevabas puesto, dejándolo caer al suelo, y revelando tu ropa interior negra de encaje, que era la favorita de tu chico.

Ambos caisteis en la cama aún sin dejar de besaros.
En un movimiento rápido, Alex te posicionó encima de ti, sujetando su peso con sus brazos para no aplastarte.

Fue dejando un recorrido de besos desde la línea de tu mandíbula y tu cuello, dejando algunas marcas y mordidas en tu piel, pero no te importaba demasiado, ya que eran el mejor tatuaje que podias tener.

Cuando llego a tu zona en uve, levanto la mirada hacia ti, y te miro con malicia.
Apartó tus bragas hacia un lado, y hundió su cabeza entre tus piernas.

Mientras Alex hacia maravillas en ti con su lengua, tú lo unico que podías hacer era gemir de placer, y hundir tus dedos en su pelo.

Cuando estabas a punto de alcanzar la cima, Alex se retiro de ti, haciéndote perder la sensación que tanto ansiabas con seguir.

-pero que haces- preguntaste frustrada-

-tranquila leona, que aún queda mucha noche por disfrutar-

Antes de que pudieras replicarle nada se introdujo en ti de una sola estocada, haciéndote perder todos los sentidos, y esque cada vez que lo hacías no podías evitar pensar que vuestros cuerpos encajaban a la perfección.

Mientras él seguía embistiendote, sentiste como se empezaba a formar un nudo en tu estómago

-A-alex voy a- dijiste como pudiste-

-Lo se, vente conmigo- dijo aumentando el ritmo de sus embestidas-
-Te amo, joder- dijo justo antes de acabar-

Ambos acabasteis al mismo tiempo, derrumbados sobre la cama, para regular vuestras respiraciones.

-Alex- dijiste acariciándole el pelo-
- no tengo dudas, eres el amor de mi vida-

-y tú el de la mía, desde que llegaste a mi vida soy el hombre más feliz del mundo, y cada día no puedo esperar a volver a casa y hacer cuaquier cosa juntos-

Estabas acostumbrada a que Alex te dijera esa clase de cosas, pero desde hace un mes y medio que tenías las hormonas más alteradas, aunque el no lo supiera.

Una cosa llevo a la otra y al final acabasteis celebrando la victória durante toda la noche, aunque tampoco te ibas a quejar

𝒐𝒏𝒆 𝒔𝒉𝒐𝒕𝒔 𝒇𝒖𝒕𝒃𝒐𝒍𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora