𝕸𝖎𝖐𝖊𝖑 𝕺𝖞𝖆𝖗𝖟𝖆𝖇𝖆𝖑 |7|

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Acababas de recibir una llamada desde Zubieta, al parecer tu chico, y padre de vuestro pequeño hijo había sufrido una lesión durante el entrenamiento.

Cogiste el coche rápidamente y llevaste a Lucas a casa de tus padres antes de dirigirte hacia Zubieta para poder recoger a Mikel.

Cuando llegaste, Merino te estaba esperando en la puerta.

-¿Qué le ha pasado?- le preguntaste preocupada-

-Al parecer se a roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y se perderá lo que queda de temporada y parte de la siguiente-

Cuando te dijo eso sentiste como las lágrimas se empezaban a acumular en tus ojos, si, Mikel había tenido lesiones antes, pero ninguna como está.

Lloraste porque él era el que menos se merece una lesión de este calibre, pero la vida es una hija de puta y le ha tocado a él, pero si algo tenías claro, es que ibas a estar para durante toda la lesión, y le ibas a apoyar en lo que necesitara.

Cuando entraste en la enfermería te encontraste a un Mikel cabizbajo mirando al suelo, y lo más probable es que estuviera aguantandose las ganas de llorar.

-Nene...- dijiste antes de acercarte a él y sentarte a su lado en la camilla-

Le acariciarte el pelo mientras le abrazabas, ya que el tenia su cabeza metida en el hueco de tu cuello.

-llora todo lo que quieras gordo- dijiste cuando notaste sus lágrimas-

Os pasasteis un rato así, el llorando en tu cuello, y tú consolandole de la mejor manera que pudiste.

Cuando los fisios y la enfermera os dijeron que ya podías iros, le ayudaste a ir hasta el coche y a entrar en el, ya que no tenía mucha práctica.

Durante el camino mantuvisteis vuestras manos entrelazadas pero ninguno de los dos dijo nada, sabías que era un momento bastante delicada, y que el silencio entre vosotros decía mucho más que mil palabras.

Cuando llegasteis a casa subisteis a la habitación y os tumbasteis en la cama para poder daros cariño, sobre todo de tu parte, no querías que sobre pensará las cosas, aunque era algo que solía hacer a menudo.

-¿Y el niño?- preguntó después de un rato-

-lo he dejado en casa de mis padres ante de irte a buscar¿ Quieres que vaya a buscarle-

Mikel simplemten asintió con la cabeza.

Te volviste a poner rápidamente las zapatillas y cogiste las llaves del coche para ir a buscar a vuestro hijo. Sabias perfectamente que si alguien era capaz de cambiar el estado de ánimo de Mike en cualquier momento, ese era él.

Cuando llegaste a casa de tus padres, estos te indicaron que vuestro hijo estaba arriba jugando, asique fuiste a donde te habían dicho que estaba.

-Hola, mi vida- dijiste acercándote hacia él-

-¡Mamá!- dijo lanzándose hacia tus brazos, haciéndote sonreír-

-Tenemos una mision, cuando lleguemos a casa quiero que hagas reír a papá ¿Vale?, Porque está un poco triste-

-¿Que le ha pasado?-

-Se ha hecho pupa, pero seguro que cuando te vea se pone feliz- dijiste antes de dejar un beso en su mejilla-

Cuando llegasteis a casa, Lucas subió rápidamente las escaleras, para ir a vuestra habitación, donde Mikel se encontraba viendo la tele, o almenos aparentandolo.

-¡Papá!- gritó vuestro hijo llendo hacia él-

-Lucas, con cuidado- dijiste acercándote también hacia ellos-

-No te preocupes, cariño, estoy bien- dijo dejando un breve beso sobre tus labios-

El resto del día lo pasasteis en familia, prácticamente sin preocupaciones, y desde que volviste col Lucas, el estado de ánimo de Mikel había mejorado notoriamente.

Sin ninguna duda tus dos hombrecitos son todo lo que necesitas para ser feliz

𝒐𝒏𝒆 𝒔𝒉𝒐𝒕𝒔 𝒇𝒖𝒕𝒃𝒐𝒍𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora