04. la suerte es loca

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Habían pasado meses desde el último partido de River acompañado de Julián

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Habían pasado meses desde el último partido de River acompañado de Julián. No fue el único en dejar a un lado el equipo y probar cosas nuevas, y aunque obviamente mis tres mejores amigos aún veían los partidos, no se sentía igual.

Sin embargo ahora era peor para mí, pues no solo tenía que bancarme al millonario, sino también a cada club en los que los jugadores favoritos de los chicos se habían dispersado.

━━ ¡Los convocados! – exclamó el castaño desde el sillón, observando su celular con los ojos bien abiertos.

— ¿De qué?

— Del mundial, dale – contestó obvio, provocando que los tres nos levantemos para acomodarnos a su alrededor.

— ¿Ya están?

— Sí, bola. Los subieron recién.

— Ponelo en la tele – pidió Luli, moviendo sus manos ansiosa.

La imagen del Director técnico de la selección se apoderó del aparato, quién únicamente portaba una libreta y una lapicera, sentado frente a una mesa común y corriente, con la pared y la mitad de una pizarra de fondo. De esta forma, Scaloni comenzó a nombrar a los jugadores.

Siempre tan simple y concreto.

Con la mención de Armani y Montiel hubo una serie de aplausos breves, solo para volver al silencio expectante. Fue un poco más barulloso con Enzo Fernández. Que significaba para Franco, lo que lo hacía el ex-portador de la nueve de River Plate para Lucas.

El grupo saltó repentinamente y casi siento el sillón volar con la fuerza que hicieron.

— ¿Dijo Julián Álvarez? – chilló como un nene.

— ¡Vamos. Montiel y Julián al Mundial!

— Y Enzo Fernández, la puta madre – rió con emoción.

— Voy a poder usar la del millonario mientras juega la selección – murmuró por lo bajo, alzando un puño al aire de la felicidad.

Estaban en el paraíso.

— Mientras no sea mufa – comenté para hacerlo enojar, oyendo precisamente como chasqueaba la lengua.

— Con esas bestias no hay mufa que aguante – contestó Fran, haciendo referencia al equipo.

— Toco madera – oímos a la pelirroja decir, realizando la acción.

— No existe la mufa, no jodan – murmuró rodando los ojos.

— Menos mal – contesté con sarcasmo.

Las veces que había jodido con sus estúpidos hábitos para cada partido eran incontables.

Ahora con el Mundial seguro le daría un ataque de cada tipo.

Ahora con el Mundial seguro le daría un ataque de cada tipo

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HOW YOU GET THE GIRL¹; julián álvarezWhere stories live. Discover now