Amor en el IMSS |Gaon x Jooyeon|• [Xdinary Heroes] Tralala

capitulo 15

10:38 a.m

—Creo que así estaré bien—. Dijo un Seungmin todo emocionado frente a un espejo y recién habiendo vaciado su perfume de rayo McQueen en él.

11:00 a.m

Checaba la hora en su celular.—Ya estoy esperando hace media hora, según yo me salí temprano para que no se me hiciera tarde—.

12:00 p.m

—Que pendejada acabo de hacer—. Se dió cuenta. —Jun Han sale a la misma hora que yo—.

El rubio pasó dos horas esperando hasta que le llegó un mensaje.

Ya fue al lugar donde dijo, todo emperrado porque lo había asustado con el primer mensaje.

Cuando llegó nomas habían cuatro personas, la señora que vendía tamales, dos niños que estaban jugando en unos columpios y él.

Se sentó en una banca a esperar otra vez, era en la tarde, ya eran como las cuatro y el sol estaba a todo lo que da.

Hasta que por fin vio a lo lejos a dos personas discutiendo, uno todo greñudo y altote y otro todo bonito, todo precioso. Ahí fue donde se dió cuenta que eran Jooyeon y Jun Han.

—Ya te dije que se me perdieron los boletos, iba a comprar más pero se habían acabado—.

—Entonces no me hubieras traído, ¿Que vamos hacer aqui? ¿Comer tamales?—.

—Ya calla, te va a gustar—. Venían hablando mientras se acercaban a Seungmin. Una vez a su lado, Jooyeon lo saludó. —Hola Seungmin!! Perdón por llegar tarde, pero es que alguien nomas me venía regañando—.

—No te preocupes, también acabo de llegar—.

—Esta bien. Jun Han, ¿Conoces a Seungmin?—. Volteó a ver al mayor.

—¿Seungmin?—. Asintió el contrario, mientras que el rubio estaba bien nervioso y tenía miedo que no lo reconociera por su nombre.
—Si, está en mi clase de matemáticas ¿Que hace aquí?—.

Seungmin se puso bien feliz porque lo había recordado, el wey tenía al pelinaranja en un pedestal bien alto cuando este apenas y sabía su nombre, pero con eso era más que suficiente para el rubio.

—Él también quería ir al cine—.

—No sabía que se conocían—.

Seungmin nomás se le quedó viendo, no sabía que hacer o decir.

Y así siguió la "cita" con un Seungmin y Jun Han sentados en una banca viendo a Jooyeon jugar en los columpios con los niños que estaban ahí.

El Seungmin estaba todo incómodo, no sabía que hacía ahí, si al lado tenía al amor de su vida, pero pues ni lo pelaba. —¿Quieres un tamal?
Traigo dinero y no creo que Joo quiera irse tan rápido—. Preguntó.

Jun Han lo miró, miro a Jooyeon, volvió a mirar a Seungmin y al sentir un chingo de hambre asintió.

El rubio se paró de la banca y fue directo al carrito de la señora que vendía tamales y pidió tres, de una vez para Jooyeon.

Cuando regresó a la banca con los tamales ya estaba ahí el menor sentado, parecía niño regresando de jugar fútbol todo sudado y apenas pudiendo respirar.

—Ten, también te traje a ti, Joo—. Les entrego sus tamales a cada uno.

—¡Gracias, Seungmin!—. El menor agradeció y se lo comió como si se lo fueran a quitar.

—Gracias—. Cuando Seungmin vio sonreír por primera vez al pelinaranja sintió que todo lo que había pasado en el día había valido la pena, él sabia que Jun Han no era muy expresivo, así que le hizo el día ver su pequeña, pero bonita sonrisa.

Y todo iba relativamente bien hasta que una voz lo sacó del trance en el que el rubio estaba. —Jun han, ¿sabías que Seungmin toca el piano?—. Era Jooyeon tratando de hacer plática con ambos. —Lo hace tan bien, deberías escucharlo un día—.

—¿En serio?—. Preguntó el pelinaranja mientras veía a Seungmin.

—Este..—. Carraspeó su garganta. —Si, un poco. Empecé a tocarlo hace unos años—. Respondió nervioso.

—Nunca te he visto en el salón de música, yo a veces voy—.

—Es que.. hace mucho que
no lo hago—.

—¿Podría escucharte algún día?—. Preguntó el pelinaranja.

Seungmin asintió una y otra vez con una pedazo de tamal en la boca.

Jun Han de rió por la reacción del rubio, el cual sintió las mejillas algo calientes por esto.

Ya habían terminado de comer y Jooyeon tuvo que regresar antes, le dejó la tarea de llevar a Jun Han a su casa a Seungmin.

El camino fue algo silencioso, pero no era incómodo al contrario, se sentía una paz inigualable. Seungmin solo veía de reojo al pelinaranja de vez en cuando.

—Aqui es—. Dijo Jun Han al ver su casa en frente de ellos.

El rubio asintió un poco triste porque se había acabado ese día.

—Gracias, Seungmin—.

Antes de que el pelinaranja entrará a su casa Seungmin lo llamó.

—Lo de la sala de música.. ¿Era cierto?—.

—Claro, ¿Por qué no lo sería?—. Preguntó de vuelta Jun Han.

—Crei que había sido para hacer plática—.

El contrario soltó una pequeña risa.
—Que gracioso eres, Seungmin. Vemos mañana—.

Cuando el rubio que aseguro que Jun Han entrará a su casa se puso a saltar una y otra vez, estaba muy feliz y emocionado. Nunca había pasado tanto tiempo con él y había sido increíble.