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¿Qué si dolía?

Cómo el maldito infierno, dolía haberle dicho todas esas cosas a Nara, pero era para protegerla.

¿Qué si me arrepentía?

Cada maldito segundo de mi vida, había apartado a la única chica que se había quedado a mi lado sin importar lo que las personas decían de mi.

Ran y yo nos fuimos de la casa y se las dejamos a Nara y Patricia, quien solía venir a vernos cada fin de semana.

- Esto no está bien -

- Ya deja de quejarte Rin -

- Crees que si vaya a verla me perdone -

- Rin la abandonaste- agache mi cabeza y Ran continuo preparando la comida. Justo en ese momento Patricia entro al departamento.

- Hola -

- Hola- respondimos ambos y Ran abrazo a su novia.

- ¿Cómo han estado? -

- Tú cómo crees que estemos- respondí sarcásticamente y me levanté del sofá para ir a mi habitación.

- Aún está mal- escuche como le respondió Ran y ella solo se rió un poco. Al entrar en mi habitación logré ver un cuadro con la foto de Nara y mía en el festival del tres de agosto, se veía tan linda con ese kimono y no pude evitar sentirme mal por haberla lastimado de esa manera.

Nara.

- Genial Patricia se ha ido y ahora están tocando la puerta como desesperados. Ya voy!- grite mientras bajaba los escalones con cuidado evitando caerme. - Tengo 32 semanas de embarazo, mis pies están hinchados y tengo un humor de la mierda, Patricia dónde hayas olvidado tus llaves no te la vas a- me quedé en silencio en cuanto ví a Hideki parado en la puerta y sosteniendo un ramo de flores y unos chocolates.

- Hola, lamento haberte hecho caminar hasta acá -

- No pasa nada, es sólo que creí que eras Patricia -

- Y ¿A dónde ha ido ella? -

- Fue a ver a su novio -

-¿Aún sigue con él? -

- Así es, pásate- me hice a un lado dejando que Hideki entrara a la casa.

- Te traje esto, espero y te gusten los chocolates- mis ojos se iluminaron y rápidamente tome la caja con aquellos chocolates.

- Muchas gracias, no sabes las ganas que tenía de comer chocolates- él me sonrió y se sentó en el sofá yo imite su acción y me senté junto a él mientras prendía el televisor.

- ¿Qué se siente saber que pronto llevarás a alguien más al trabajo? -

- Estoy muy emocionada, pese a que él me abandono y no se enteró de mi embarazo estoy feliz por poder tener una hija -

- ¿Y que harás si ella te llega a preguntar sobre su padre? -

- Pues le diré la verdad- respondí y le extendí la caja con los chocolates, él sólo negó y volvió a mirarme.

- ¿Y sí quiere conocerlo? -

- Aún no he pensado en eso- respondí sincera, pues la verdad jamás me había cuestionado el si mi hija quisiera conocer a Rindou. Lo cual no estaría mal, después de todo es su padre y tiene derecho a conocerlo. - Quizá pueda pedirle ayuda a Patricia y así convencerlo de conocer a su hija -

- Ya veo, y ya compraste sus cosas -

- Aún no, Pat es la que me ayuda y se acaba de ir -

- Sí quieres podemos ir ahora -

- En verdad me acompañarias -

- Claro- asentí y dejé los chocolates en la mesa y subí las escaleras para ir por mi dinero. En cuanto ambos bajamos salimos rumbo al supermercado a comprar la ropa, cobijas y algunos biberones. En cuanto entramos muchas personas se nos quedaban viendo y nos sonreían. Quizá lo hacían por qué pensaban que éramos una pareja, pero a la única persona que quería a mi lado en estos momentos era a Rindou.

Y se que sonara raro, querer que él esté a mi lado, pero es el padre de mi hija y es mi primer amor, así que pensándolo bien no suena tan mal la idea de tener al padre de tu hija durante tu embarazo. Suspire y tome unos pañaleros mientras se los mostraba a Hideki y él asintió.

En cuanto terminamos de comprar algunas cosas, la mayoría fue ropa, cobijas y biberones, nos acercamos a la caja para pagar todo lo que habíamos comprado.

- Muchas gracias, que tengan un lindo día -

- Gracias, igualmente- tomamos las bolsas y salimos del supermercado.

- ¿Quieres un helado? Yo invito -

- Claro- ambos caminamos hasta el puesto y en cuanto pedimos nuestros helados nos fuimos a sentar a unas bancas cerca del parque.

- Estoy muy emocionada, ya quiero sentirla en mis brazos -

- Me alegra que seas tan positiva -

- Tengo que serlo, después de todo es mi bebé -

I LOVE HER   Rindou Haitani Donde viven las historias. Descúbrelo ahora