" No hagas con el amor, lo que hace un niño con su globo, que al tenerlo lo ignora y al perderlo llora."
- Pablo Neruda.
holi vengo con nueva historia, no será tan larga es un proyecto que llevo rato planeando.
La historia es enteramente mía excep...
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- ¿Qué? - pregunto incrédulo -. Sentía que su cuerpo se debilitaba. ¿Había escuchado bien?
- Perdóname... - repitió - fui un cobarde que no supo escoger por sí mismo - agacho la mirada con arrepentimiento -.
Madara quedó boquiabierto aunque ya lo veía venir, de igual manera se sorprendió. Hashirama era el típico perro arrepentido que regresa con la cola entre las patas pero no creyó que fuera tan rápido y repentino.
El solo había ido al monte del Hokage a relajarse, jamás creyó que su ex le pidiera perdón.
Ambos quedaron en un silencio incómodo, Madara no sabía qué decir. Al ver esto Hashirama abre la boca para decir algo pero Madara se le adelantó.
- ¿Por qué ahora te arrepientes y no lo hiciste cuando te lo propusieron? - dijo inexpresivo, Hashirama quedó mudo - Me dolió tanto que llegue al punto de querer mutilar mi corazón por qué me enamoré tan perdidamente de ti qué casi me lleva a la locura, pero... el destino se puso de acuerdo en separarnos y jodernos la existencia - volteo a mirarlo con una mirada llena de dolor y decepción -.
- Yo... de verdad lo siento, se que la cage y... - chasquea la lengua - fui un completo cobarde...
- Un cobarde... - ríe amargamente, medita un poco sus palabras - te admiro - Hashirama lo miró sorprendido - Yo jamás seguiría unido a alguien que no amo, en cambio tú sigues hundido por causa de esa mujer - lo último lo dice con rabia -.
Voltea a mirarlo inexpresivo de modo que quedaron frente a frente. Sus miradas reflejaban tristeza - más las de Hashirama -, la mirada de Madara emanaba rencor, decepción e ira.
Rencor a todos los mandos de el clan Senju y de la aldea, decepción por la cobardía de Hashirama sumando a la decepción a sí mismo, parecía que un año no bastaba para superar a Hashirama en su mente y corazón estaba él, en sus sueños y anhelos estaba él. Cada vez que lo recordaba le dolía y ardía en su interior.
Irá, irá a Mito y a su caprichoso padre, desde el inicio de todo el padre de Mito siempre estuvo buscando la manera en que Hashirama se separe de él y que se acerque a su hija sin importar si lastima a Hashirama, y Mito lo seguía sin reprochar ya que a ella le interesaba el moreno.
Mito siempre le dejó en claro que le interesaba Hashirama desde el día en que llegaron a la aldea y le sacó en cara cuando su objetivo se cumplió, claramente no le importaba esa mujer más la vio como una maldita necesitada de amor propio y de respeto a sí misma.
Ambos quedaron así un tiempo hasta que Madara salió corriendo de la nada al bosque empezando a saltar de rama en rama, Hashirama se sorprendió por la acción del azabache, confundió lo siguió.
«Aún no le puedes decirle Madara» se dijo a sí mismo «¿Por qué lo sigo queriendo?» se preguntaba con frustración.
«¿Por qué salió de esa manera tan apresurada?, ¿Qué me ocultas Maddy?» se preguntaba Hashirama.
