Yo soy el que manda aquí -P.J

CAPÍTULO 60

Pov Narrador:

Jimin, excitado por el momento, le sonrió y atrapó sus labios de manera fugaz por última vez. Luego tomó a la castaña de sus caderas y la alzó junto con él para encaminarse hacia la habitación del contrario. Soledad de manera instintiva envolvió sus piernas alrededor de la trabajada cintura de Jimin y se sujetó de su cuello. El peli rosa no paró de besarla mientras caminaba junto a ella , acorralándola de vez en cuando contra las paredes, al no resistirse al sabor embriagante de los labios de la castaña.

Llegaron a la habitación de Jimin, esta estaba iluminada solo por una luz tenue desde el escritorio. Recostó a Soledad con pasos torpes, antes de juntar la puerta con su pie y apoyarse sobre ella, mientras satisfacía su cuello de besos húmedos.

Él se volvió a Soledad para besarla mientras la castaña buscaba torpemente desabrochar el cinturón de los pantalones de Jimin .

- Quítate la blusa . - Jimin ordenó mientras terminaba con el trabajo de Soledad de desabrochar el cinturón y con eso sus jeans. La castaña hizo lo que se le pidió con rapidez y sus mejillas se calentaron cuando Jimin se le quedó mirando intensamente desde arriba mientras apoyaba sus rodillas a los costados de la chica.

— ¿Qué sucede? – Ella preguntó bajito, encogiéndose en su sitio.

- Nada, solo que eres muy hermosa.

Cállate. – Soledad respondió sin mirarlo y Jimin se mordió el labio, volviendo a atacar el cuello de su novia mientras sus manos se colaban en el dobladillo de sus pantalones para bajar de ellos.

Una vez con los pantalones de la chica fuera, tiró de su propia camisa por el cuello y la lanzó a un lado, aún con los pantalones desabrochados que dejaba ver gran parte de su erección siendo apresada por su ropa interior.

Sole se le quedó mirando el pecho desvergonzadamente pero se limitó a tocar, empuñando sus manos, cosa que el peli rosa no pudo dejar pasar.

-¿Te gusta lo que ves? - Jimin llamó su atención y la castaña sonrió al ser atrapada por sus traviesos ojos. - Pectorales perfectos, tú lo dijste.

- Aún no lo superas.

- No planeo hacerlo - respondió divertido, mientras liberaba la intimidad húmeda de su pareja.- Pero apuesto a que mueres por tocarlos y morderlos - El peli rosa empezó a masturbarla lenta y tortuosamente, haciendo que la castaña se retorciera en su sitio con ojos cerrados. - Ya lo harás, bebé. Solo ten paciencia.

Jimin besó su mejilla y fue bajando desde su cuello hasta dejar besos por el muslo de la castaña, mordiéndolos y marcándolos sin piedad alguna. Reemplazó las caricias algo bruscas sobre la feminidad de su novia por su propia boca, lamiendo primero los labios hasta pasar su lengua por el clítoris.

Esto hizo enloquecer a la castaña, quien no pudo evitar gemir en voz alta mientras se tapaba los ojos con vergüenza.

- Mírame, Soledad. Mírame mientras lo hago. - Ordenó Jimin con voz profunda, para después llenarlo por completo en su boca sin avisar, obligando a la castaña quitar sus manos y mirarlo con la mejillas rojas.

Jimin tiró de la chica con su boca varías veces, haciendo que Soledad instintivamente alzara sus caderas hacia él. La castaña pareció percibir incomodidad pero Jimin parecía tomarlo muy bien, revoloteando sus pestañas cuando Sole lo miró desde su sitio.

El peli rosa sintió él estómago de Sole contraerse, alerta de que probablemente estaba cerca. Así que dejó su trabajo con la boca, subiendo de nuevo hasta su pecho, para empezar a chupar con avidez sus pezones y besar con devoción el resto de su abdomen expuesto.