|| IV ||

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Desde lo que sucedió en el celo de Izuku, no se habló acerca del tema acerca de lo que pasó ese día. Ambos siguieron como si nada hubiera sucedido, pasando un par de días. 
La rutina continuo con normalidad, incluso ahora estaban cazando en la pradera.

¡Atrápalo Deku! — Le gritó mientras el pequeño puerquito corría despavorido del lobo más grande en dirección al omega.

Izuku lo persiguió cuando lo vio venir hacia a él. El puerco sin saber donde ir, echo a correr huyendo de los dos lobos, para el pobre animal que chillaba y trotaba con todas sus fuerzas, era difícil librarse de ambos más cuando los dos estaban trabajando en equipo, bloqueando sus salidas. Hasta que fue atrapado por el lobo de pelaje verde cuando el lobo rubio lo acorraló.

Lo tengo Kacchan — Dijo contento. El puerco murió en las fauces del omega.

Lo hiciste bien tonto— Halagó al chico, que parecía alegre como generalmente lo era por naturaleza
Vamos a casa

En eso, sintieron el suelo bajo ellos temblar. Ninguno sabía que estaba pasando, pero pronto lo averiguaron.

¡Corre Deku!— Gritó el alfa cuando una estampida de venados corría hacia ellos.
Dejaron el puerco atrás cuando una gran manada de venados de al menos cincuenta se abalanzan con rapidez y fuerza echándose ellos a la fuga si no querían ser aplastados o golpeados.

¡Hacia allá! — Exclamó empujando al lobo menor a un lado para sacarlo de la carrera de los venados que ya les pisaban los talones.

Con el choque de sus cuerpos ambos lobos salieron rodando por el campo, rebotando entre ellos como una pelota. Hasta finalmente dejar de rodar hasta que Deku quedó boca abajo con las patas arriba y Kacchan encima de él.

Eso fue muy divertido — Dijo el peliverde con gracia moviendo la cola en la tierra.

Si te gusta la adrenalina, maldito demente — Habló viendo al pequeño lobo bajo él, con sus hermosos ojos esmeralda tan cerca que podía ver su reflejo en ellos. Izuku con la panza arriba y las patitas delanteras recogidas se veía adorable.

Ninguno tuvo intensiones de alejarse, sino que se mantuvieron en su posición, disfrutando la cercanía, sus calores y sus aromas.

Izuku tímidamente y con los sentimientos a flor de piel, paso su lengua sobre la mejilla peluda del lobo rubio. Cosa que sorprendió en demasía al alfa. Aunque al principio no hizo ningun movimiento de la impresión, pronto tocó su nariz fría contra la nariz del omega frotandolas entre sí con cariño.
Sus ojos se encontraron de nuevo, verde versus rojo enlazados, sumergiéndose uno en el otro.

Katsuki sintió una conexión, ver esos ojos lo llevó a otro mundo, su corazón palpitó con fuerza. Lo vio, su lobo interno se lo mostró; una epifanía. Vió un campo verde lleno de flores naranjas contrastando una obra de arte natural majestuosa, trotaba sobre la hierba y justo a su lado estaba ese omega, Izuku. Corriendo entre jugarretas de mordiscos suaves y brincos como si fueran cachorros de pocos años de edad. Divirtiéndose, amándose.

Rápidamente salió de la visión mental que tuvo volviendo a la realidad. Donde el omega aún se mantenía bajo su cuerpo. Se preguntó si Izuku sintió lo mismo que él, pero no se atrevió a preguntarle, pues era un asunto que entre los lobos era algo muy serio y personal.

La imprimación. Se había imprimido con Deku. Su lobo lo había escogido como compañero.

Se alejó con los sentimientos burbujeando en su pecho. Sin saber que pensar, esto que había sucedido era algo verdaderamente importante en la vida de un lobo, la imprimación definía a tu pareja eterna, sucedía una sola vez, sin embargo, no tuvo el valor de decirle al omega lo que había pasado. ¿Qué tal si el omega no sentía lo mismo? Podría joderlo todo. Aunque Izuku parecía tener cierto interés en él, pero por supuesto una atracción no se comparaba a la magnitud de una imprimación.

°•The Love That Unites US •°/ KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora