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Wonwoo estaba leyendo un libro acerca de historia del arte, o eso trataba de hacer pues no podía concentrarse. Sentía una mirada pesada sobre él pero al buscar al dueño de la misma no había nadie. Él estaba completamente a solas en la biblioteca. De nuevo intentó comenzar de a leer en la misma página y no pudo, levantó una vez más la mirada, giró su cabeza hacia uno de los pasillos y ahí estaba.

Esos ojos verdes que lo volvieron loco durante toda la semana, esta vez no lo pensó se paró, dejó el libró en la mesa y corrió hacia donde estaba esa mirada color esmeralda. Won no perdió el tiempo y besó al dueño de esos ojos, desesperadamente y es que había pasado toda una semana sin su toque y sin saber nada de él.

Mientras lo besaba tocó sus orejas, sus cejas, sus cachetes y cabello para recordarlos y más tarde volver a dibujarlo. Se separó un poco y tentó la nariz y los suaves labios del dueño de los ojos verdes, sintió una leve sonrisa en aquel hombre y después continuó besándolo. Y aunque Won había sido quien empezó el beso, el contrario demandaba todo de Wonu y él se dejaba, su boca estaba siendo saqueada por la ávida lengua de aquel chico de un momento a otro.

Wonwoo decidió ir adelante y empezó a besar el cuello y clavículas de hombre de mirada verde, escuchando cómo se entrecortaba la respiración del chico. Pronto se deshizo de su camiseta y Won continuó besando la suave y cálida piel de su amante, por su pecho y pronto se puso de rodillas besando su abdomen.

Aunque antes Wonwoo nunca había deseado así a ningún hombre, quería devolverle el favor a aquel que le había dado uno de los mejores orgasmos de su vida, así fuera solo oníricamente. Desabrochó el botón en los pantalones del chico y pronto sacó la erección que este ya tenía. Wonwoo miró con asombro el miembro del contrario y por un segundo casi se ríe. ¿Cómo es que podía ver el pene de este hombre pero no su cara? Esta seguía borrosa para Won, era ridículo.

Pero él volvió a su trabajo, lamió la punta del miembro del dueño de los ojos verdes y sintió su sabor en todas las papilas, Wonwoo se volvió adicto al instante y quería más, siguió prodigando atenciones con su lengua en el miembro escuchando cómo el hombre gruñía de placer. Cuando estuvo listo tomó todo el pene en su boca hasta donde pudo.

Su inexperiencia le hizo sentir arcadas y lágrimas empezaron a rodar por sus ojos demasiado rápido; entonces se dio cuenta de que esa mirada verde estaba sobre él cuando las cálidas y fuertes manos del hombre limpiaron sus lágrimas. Lo tomó por las mejillas obligándolo a seguir pero Wonwoo no se sentía incómodo, tenía tantas ganas de complacerle.

Wonwoo relajó su garganta y dejó que el hombre de ojos verdes le follara la boca a su gusto, el paso comenzó a ser más rápido y desesperado y Wonu gemía alrededor del miembro provocando que su contrario se sintiera cada vez más cerca. Las embestidas seguían siendo duras contra la garganta de Won, pero él estaba más entusiasmado que nunca y paseaba sus manos por las piernas del contrario, dejando que continuara sumergiéndose en su garganta.

Pronto el dueño de los ojos verdes empezó a tener un paso más errático y firme que le hizo saber a Wonwoo lo cerca que él estaba, así que abrió más la boca y se enterró entre las piernas del hombre para que llegara más profundo en él, clavó sus uñas en los muslos del chico y parece que esto lo disparó por completo; pocas estocadas más y él derramó todo su semen en la boca de Wonu quien probó y tragó la semilla con avidez.

La alarma de Wonwoo lo despertó, solo para darse cuenta de que había arruinado su ropa una vez más, ¿cómo pudo haberse venido solo por chupársela a alguien? De nuevo, esto era algo que jamás había vivido. Su incubo lo estaba convirtiendo en otra persona.

Durante la ducha se alegró de su memoria y de haber tocado más del cuerpo de aquel desconocido, así podría dibujarlo y tenía esperanzas de encontrar a alguien que quizá se parecería un poco al hombre de sus sueños. Él trabajaría arduamente en su retrato para poder dar con aquel chico.

Ojos de EsmeraldaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant